Iván Duque: un novato honesto y conciliador

Perfil
El Mundo, 18.06.2018
Salud Hernández-Mora

Podría pertenecer al club de los Macron, Trudeau o la neozelandesa Jacinda Arden, de tan solo 37 años, a la que cita con frecuencia: gobernantes carismáticos, decididos y jóvenes, sin gran bagaje político, que miran el futuro con confianza, hablan el idioma de las nuevas generaciones y conectan con ellas. De 41 años, Iván Duque solo lleva cuatro en política como senador del Centro Democrático, se declara centrista pese a que su partido es de derecha, su discurso es de innovación y economía naranja, y sabe ganarse a los jóvenes cuando los tiene cerca.

Pero esos atractivos Presidentes, de naciones del primer mundo, no deben lidiar con guerrillas obsoletas ni mafias narcotraficantes, ni con una corrupción que todo lo devora o unas desigualdades sociales insultantes. Tampoco contaron con el impulso de un polémico mentor que despierta odios y pasiones a partes iguales, como Álvaro Uribe. Eludir su sombra, marcar su propio camino para dejar huella sin ofenderle a él y a los votantes uribistas que no desean otro Juan Manuel Santos que les traicionó en el 2010, será uno de sus retos.

"Llega muy libre, no está maniatado por nadie. Se tiene mucha confianza pero no es soberbio, escucha. Ha crecido muchísimo en estos meses, es una esponja", le dice a EL MUNDO Francisco Santos, ex vicepresidente y destacado miembro del Centro Democrático. "Es muy carismático, mira a los ojos, se acerca con una sonrisa, juega fútbol, canta vallenato, toca la guitarra, tuvo una banda de rock, le encanta el fútbol, rasgos que a la gente le gusta mucho. Es más próximo a los millennials que a las generaciones pasadas, ha conseguido atraer a jóvenes y a artistas, que no es fácil en un partido de derecha. Y es tranquilo, no es un peleón como Uribe, que es lo que los colombianos quieren ahora, están aburridos de la división y las peleas".

Bogotano de nacimiento e hijo de un político que fue ministro y gobernador, entre otros altos cargos públicos, Iván Duque es abogado de carrera pero fue derivando su experiencia y conocimientos profesionales hacia el campo de la economía. En el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), con sede en Washington, trabajó trece años como Consejero Principal de la Dirección Ejecutiva para Colombia, Perú y Ecuador, y Jefe de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad.

Regresó a Colombia de la mano de Uribe, que le quería incluir en su lista al Senado (la cámara principal) por el recién creado Centro Democrático, el único partido que siempre ejerció una dura oposición al gobierno Santos.

Elegido dos años entre sus colegas como el mejor senador, Duque logró tender puentes con los rivales. "Es un político riguroso, una rara avis por estos lares, de talente democrático, tan firme en sus principios como respetuoso con las ideas de los demás", señala Sofía Gaviria, senadora del Partido Liberal. "Posee una conciencia social profunda, moderna, pero con la convicción de que hay que ser riguroso en los temas económicos para poder transformar el país".

No todos son tan benévolos con el nuevo Jefe de Estado. Los que votaron por Petro para cortar el paso a Álvaro Uribe, le ven como una simple marioneta en manos del ex mandatario. Para Patricia Lara, escritora y periodista, será "Uribe el Presidente en la sombra y él su mandadero puro y simple". Pondrá en riesgo el proceso de paz "al actuar manipulado por la rabia y por el rencor que mueven a su jefe (...) además de estar del lado de la caverna", escribió Lara en una reciente columna de opinión.

Al periodista y escritor Sergio Ocampo, le molesta "que inventaron un Presidente a la carrera porque no tenían otro y es un hombre del que no sabíamos nada hace dos años. No tiene ninguna experiencia, ha sido un consejero, consultor y asesor en la banca multilateral, llegó al Senado en una lista cerrada, sin poner un voto. No ha hecho una carrera para alcanzar esa meta, tiene un escasísimo conocimiento del Estado y representa la posibilidad de que Uribe vuelva a ocupar el poder. En lo personal intuyo que es afable, parece una buena persona y tiene buen trato a la prensa, en eso se distancia de Uribe. Pero va a tener un margen mínimo de autonomía y maniobra para gobernar este país".

Duque, por su parte, desecha esas críticas. Asegura que solo él, hombre de convicciones firmes y determinación, será el Presidente porque Álvaro Uribe tiene la misión de ayudar al gobierno desde su escaño a aprobar las leyes que proponga. En los próximos meses sabremos cuál de los dos bandos tenía razón.

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