La Canciller que maneja la política exterior de Venezuela como un auto chocador

Reportaje
El Mercurio, 19.09.2015
Gaspar Ramírez
[Delcy Rodríguez fue directora de Asuntos Internacionales del Ministerio de la Energía y Minas en 2003, y vicecanciller para Europa en 2005]

"Estados Unidos persiste en desestabilizar gobiernos legítimos y constitucionales empleando agentes y violencia terrorista", respondió la canciller venezolana Delcy Rodríguez a los cuestionamientos que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, hizo contra la condena de casi 14 años de cárcel que la justicia le impuso al líder opositor Leopoldo López la semana pasada.

El apoyo que Rodríguez recibió de parte de su jefe deja claro el tono de la diplomacia venezolana: "La compañera Delcy Rodríguez le dio bien duro por la jeta a John Kerry, que se puso a sacar unos comunicados. Así no", dijo el Presidente Nicolás Maduro.

La crisis con Colombia es el otro tema que tiene hace un mes a la abogada de la Universidad Central de Venezuela con pintura de guerra, luego que Maduro cerrara algunos puntos de la frontera con ese país el 16 de agosto para supuestamente combatir el contrabando y el narcotráfico.

Rodríguez ha sido la encargada de responderles a la Presidencia y a la Cancillería colombianas y viajó a Nueva York a exponer "la verdad" venezolana al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La abogada Delcy Rodríguez Gómez (Caracas, 1969) fue designada ministra de Relaciones Exteriores el 26 de diciembre pasado, la primera mujer canciller en la historia de Venezuela. Seis días después justificó el nombramiento.

El 1 de enero de 2015, Rodríguez publicó en su cuenta Twitter un listado con nombres, cédulas de identidad y destinos de 27 personeros de la oposición a quienes el Presidente Maduro había acusado de "abandonar sus responsabilidades" al viajar al extranjero para Año Nuevo. Entre los denunciados estaban el gobernador Henrique Capriles y el ex secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo.

El ascenso de Rodríguez ha sido rápido y es símbolo además de acumulación de poder: desde el 4 de septiembre pasado la canciller es vicepresidenta del Área Política, y tres meses antes había sido nombrada directora de Asuntos Internacionales de la petrolera estatal PDVSA, cargos "incompatibles con su investidura diplomática", según Milos Alcalay, embajador de Venezuela ante la ONU entre 2001 y 2004.

La abogada pertenece a la élite chavista: es hermana del alcalde del municipio Libertador de Caracas y ex vicepresidente de Hugo Chávez, Jorge Rodríguez, e hija del fundador del partido izquierdista Liga Socialista, también llamado Jorge Rodríguez, quien fue asesinado por agentes de inteligencia en julio de 1976, durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. Cuando en agosto de 2013 fue nombrada ministra de Comunicación, Maduro se refirió a ella como "hija del mártir de la revolución, Jorge Rodríguez padre".

Las credenciales

La especialización de Rodríguez es en Derecho Laboral, y no tiene estudios de Política Exterior. "En este caso no se trata solo de no tener credenciales, sino que Rodríguez ha conducido la diplomacia de manera desastrosa, como si se tratara de una carrera de autos chocadores", comenta Milos Alcalay a "El Mercurio".

El vicecanciller del Presidente Rafael Caldera asegura que con Rodríguez se acentuó la "destrucción de la carrera diplomática", se multiplicaron las confrontaciones con países, organismos y funcionarios internacionales que no se muestran incondicionales con la "diplomacia bolivariana", y "se profundizó la militarización de los más altos cargos al multiplicar la presencia de generales y almirantes al frente de las misiones diplomáticas".

El embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, es militar en retiro, y medios de ese país han asegurado que el gobierno chavista quiere designar como cónsul en Santiago a la jueza Susana Barreiros, quien condenó a López el jueves pasado.

Respecto a la actuación de la canciller en la disputa actual con Colombia, el analista José Vicente Carrasquero considera que Rodríguez "no tiene el nivel adecuado para manejar los estilos diplomáticos que se deben tener en momentos de crisis". "Sus declaraciones no van más allá de la repetición de frases cliché. Su visión de la geopolítica del país está mediatizada por la posición ideológica de su partido, lo que le impide ponerse en la posición del otro para lograr un mejor entendimiento de la problemática", comenta el politólogo.

Y concluye que, en todo caso, Rodríguez es solo una "pieza del partido que adelanta las decisiones que se toman en la cúpula de poder". Una pieza que ya ha sido cambiada dos veces desde que Maduro llegó al poder en abril de 2013.

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