La Cuestión de Tacna y Arica (3): El peor árbitro posible

Columna
Bradanovic.blogspot.cl, 05.01.2017
Tomás Bradanovic

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El gobierno chileno quería plebiscito

Durante años tuve la idea que el gobierno chileno estuvo evitando el plebiscito para quedarse por la vía de hecho con Arica y Tacna, leí mucho sobre el asunto de fuentes chilenas y peruanas, ahora creo que estaba equivocado. Revisando documentos de época veo que era todo lo contrario, el gobierno chileno trataba a toda costa de hacer el plebiscito -en condiciones ventajosas, claro- y el gobierno peruano se oponía, diciendo que en esas condiciones los resultados no serían válidos. ¿Qué se podría hacer entonces? El gobierno peruano hizo varias propuestas, todas pasaban por la evacuación de los chilenos, incluso se propuso convertir a las provincias en disputa en un protectorado de los Estados Unidos, todo eso fue rechazado de plano por el gobierno de Chile.

 

Intento de llevar a foros internacionales

Leo en el paper El reino chileno del terror: la prensa estadounidense y la controversia de Tacna y Arica 1925-1926, de Nelson Llanos Sierra, el siguiente párrafo, que me parece interesante:

Según William Skubam, después de la Primera Guerra Mundial el gobierno peruano intentó "globalizar" la controversia de Tacna y Arica apelando a las conferencias panamericanas e incluso a la Conferencia de Paz de Versalles. (...) En enero de 1922, después de una sugerencia del gobierno chileno, Warren Harding, presidente norteamericano, invitó al Perú y Chile reunirse para negociar la solución final de la controversia.

 

La más torpe sugerencia

Si bien la situación era mala, en 1922 el gobierno chileno comete su mayor torpeza al "sugerir" al gobierno de los Estados Unidos ejercer el papel de árbitro en la contienda. ¿Por qué una torpeza? Resulta que no pudieron escoger un árbitro con mayores intereses contra Chile, tanto a nivel de gobierno como de opinión pública.

 

Una larga rivalidad

Recordemos que a poco de terminar la Guerra del Pacífico, en 1885 el gobierno chileno envió al crucero protegido Esmeralda, que era el barco más poderoso del Pacífico Sur en la época, a desalojar las tropas norteamericanas que pretendían tomarse el puerto. Ese fue el primer incidente, vendrían otros peores

Durante la guerra civil de 1891 el gobierno de los Estados Unidos había apoyado abiertamente a Balmaceda, incluso el buque de guerra Baltimore había sido enviado para apoyarlo. Resulta que terminada la guerra civil, en una pelea de bar en Valparaíso terminaron muertos dos marineros del Baltimore y el gobierno de Estados Unidos amenazó a Chile con la guerra si el gobierno chileno no obedecía su ultimátum aceptando las condiciones impuestas, que eran contrarias a lo que los tribunales de justicia chilenos habían determinado. Ante esta amenaza Chile accedió a indenmizar, no sin antes pasar por una serie de amenazas y fintas entre ambas partes. Pero la espina quedó bien clavada.

La rivalidad entre ambos países venía de muchos años antes pues competían por el control de los mercados del Pacífico Sur, que hasta antes de la Guerra del Pacífico eran dominados por Chile, Bueno, todas estas cosas las conté en la entrada Chile y Estados Unidos. La cosa es que no se podía esperar un árbitro menos imparcial que ese, para peor, fue elegido por el propio gobierno chileno.

 

Cero resultados

El proceso de arbitraje fue un fracaso que solo sirvió para alargar la disputa en varios años. Como representante del gobierno de los Estados Unidos fue enviado el general John Pershing, héroe de la Primera Guerra Mundial que acababa de terminar, quien se vino a instalar a Arica con un séquito de reporteros y asesores, los que alimentaban diariamente a la prensa norteamericana con noticias sobre el arbitraje.

La actitud de Pershing y la prensa norteamericana fue de sistemática crítica hacia Chile, lo que produjo que el gobierno chileno le empezara a hacer la vida imposible con repetidos desaires. En esos años Chile -aunque venía en caída libre respecto de los años de Portales- era capaz de pararse frente a los Estados Unidos y decirles "su insulto y dos más". Leo en el paper ya mencionado:

Hacia fines de diciembre de 1925, chilenos y peruanos no estaban asistiendo a la comisión plebiscitaria. Esta situación fue calificada como un "colapso" por la prensa de EEUU, la que al mismo tiempo reportó que los chilenos eran "anti-norteamericanos". En medio de este clima hostil John Pershing anunció que debería retornar a Estados Unidos.

 

El verdadero problema

Detrás de toda esta charada y las inútiles reuniones de Pershing -quien fue sucedido por Lassiter con los mismos resultados nulos- persistía el problema fundamental ¿Quien tendría derecho a voto y quien no? La posición chilena era hacer el plebiscito lo antes posible, seguros de que habían más pro chilenos, y que controlando el territorio podrían controlar los resultados. La idea apoyada por Perú de un "tercero imparcial" (no quedaba otra después del fracaso por globalizar el problema) tampoco resultó por el poco tino de Pershing y su gente, que dieron muestras abiertas de parcialidad contra Chile. El zapato chino seguía tal cual y sin solución a la vista.

Los "buenos oficios" de Estados Unidos resultaron un desastre, incluyendo una serie de propuestas disparatadas, incluyendo que Bolivia "comprara" las provincias de Arica y Tacna, pagando por ellas al Perú y a Chile, esto fue rechazado de plano por Perú aunque mantuvo entretenida a la prensa y a la opinión popular por lo menos durante unos años. Entre 1922 y 1926 la participación de Estados Unidos solo logró incrementar la violencia y las odiosidades.

 

Por fin un acuerdo entre las partes

Luego que Estados Unidos se retiró del proceso, las partes interesadas quedaron libres para ponerse de acuerdo en una negociación directa, esta se hizo en Santiago y consistió en la solución que estaba frente a las narices de todos, pero que nadie quería decir públicamente: Arica, la ciudad donde la mayoría de sus habitantes eran chilenos quedaría para Chile, Tacna, donde la mayoría de sus habitantes eran peruanos quedaría para el Perú, este acuerdo se alcanzó rápidamente una vez que Estados Unidos quitó sus narices del asunto.

 

Las verdaderas intenciones

En el fondo, Chile tenía la esperanza de quedarse con Tacna mediante un plebiscito amañado, por la razón o la fuerza a pesar de tener una población netamente peruana. Perú por su parte tenía la esperanza de recuperar Arica mediante la presión internacional, a pesar de tener una población netamente chilena, Es lo mismo que trata de hacer hoy Bolivia con su reclamo. A mi modo de ver, cualquiera de las dos soluciones habría sido desastrosa e inestable. Para Chile mantener Tacna o para Perú mantener Arica contra la voluntad de sus habitantes habría resultado ruinoso y fuente de problemas sin fin. Los hechos han mostrado que la solución acordada fue la mejor para todos.

 

Bolivia y sus demandas

Y ya que mencioné Bolivia, creo que cualquier territorio con soberanía boliviana en suelo que hoy es chileno nunca lo podrá mantener, ya pasaron los años de las conquistas en que se podía someter una población por pura fuerza, tarde o temprano es la población la que manda. Solo recuerden que Chile con todo su ejército y después de ganar la guerra no pudo quedarse en Lima, ni siquiera en Tacna. Así es que los bolivianos mejor ni sueñen con soberanía en Chile, ni ganando una guerra, ni menos con cuchufletas diplomáticas. Al menos esa es mi opinión.

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