Blog Republica, 05.12.2023 Inocencio F. Arias, embajador (r) y columnista español
Estados Unidos refuerza su postura contra la inmigración restringiendo más el asilo. El controvertido tema o problema de la emigración ha cambiado gobiernos en Holanda e Italia, influyó decisivamente en el éxito del Brexit y tiene importante incidencia en las intenciones de voto en países como Francia, Alemania, Hungría o Polonia. En España, por el momento, queda relegado como polémica, en beneficio de la espinosa cuestión catalana.
Ahora le llega el turno a Estados Unidos donde debido la situación mundial o a la supuestamente permisiva política de Biden el año que está a punto de perecer vio llegar a más de dos millones setecientos mil emigrantes. Lo que es mucho, aunque el país cuente con 338 millones, y empieza a irritar a la población y dirigentes de ambos partidos en los estados a los que llega la avalancha. Tejas y Nueva York, los dos más poblados, tienen a sus dirigentes, demócratas los de la ciudad de los rascacielos, bramando contra el gobierno nacional.
Estos días se libra en el Senado estadounidense una batalla sobre la emigración que puede tener consecuencias en Israel y en Ucrania. Se debate un paquete legislativo en el que la adopción de medidas para frenar la inmigración está ligada a la concesión de miles de millones de dólares a Tel Aviv y Kiev en momentos en que Israel y Ucrania están en unas guerras vitales y costosas.
El lado demócrata por boca de los senadores Schumer, líder de la mayoría, y Murphy de Connecticut acusan a los republicanos de chantajistas con el fin de imponer condiciones poco humanitarias a los emigrantes que crucen la frontera ilegalmente. Por supuesto que añaden que están siguiendo consignas impresentables de Trump. Esas condiciones eliminarían, según los demócratas, el derecho de asilo tal como se practica ahora y daría al gobierno poderes para sellar la frontera de modo poco razonable.
Los republicanos Lankford de Oklahoma y Sinema de Arizona contraatacan alegando que los demócratas gustan de posturear riñendo al adversario, no abordan seriamente el tema de la emigración, en varias ciudades estadounidenses se han tenido que habilitar numerosos hoteles para acoger a los emigrantes. Arriesgan, en consecuencia, con su intransigencia la ayuda a dos aliados de Estados Unidos.
La carrera es contrarreloj porque, aunque se salve, en medio de la bronca, el escollo del Senado, el tema pasará a la Cámara de Representantes donde los republicanos tienen mayoría y hay quizás más halcones que en el Senado.
La Casa Blanca se preocupa. Su directora de Presupuestos ha hecho unas declaraciones en las que avisa que las arcas están vacías: “No nos queda dinero y nos queda muy poco tiempo”. Otro tanto dirá el ucraniano Zelenski, que esta semana hablará por video conferencia en el Senado exponiendo su desesperada situación. Sin la ayuda yanqui, Putin ganará.
