Las inminentes elecciones estadounidenses y los hispanos

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Republica, 18.10.2022
Inocencio F. Arias, embajador (r) y columnista español
Dentro de veinte días se celebran elecciones legislativas en Estados Unidos. Pueden trabar fatalmente al presidente Biden

Estados Unidos tiene un peculiar sistema electoral. Las elecciones presidenciales cada cuatro años acaparan la atención de buena parte del mundo -las decisiones del ocupante de la Casa Blanca afectan la vida de centenares de millones de personas - pero hay otras elecciones legislativas cada dos años que, en función del resultado, pueden revestir una gran importancia. Este es el caso actual.

Las elecciones presidenciales llevan aparejadas las de un tercio del Senado y las de la totalidad de los miembros (435) de la Cámara de Representantes. La originalidad del sistema consiste en que a los dos años de celebrada la presidencial se renueva completamente la Cámara de Representantes (es decir, estos sólo tienen un mandato de dos años) y un tercio de los senadores cuyo mandato es de seis.

En estos momentos el partido de Biden tiene mayoría en los Representantes y está empatado en el Senado con los republicanos (el voto de la vicepresidenta Harris es quien puede inclinar la balanza del lado del gobierno). Sin embargo, los pronósticos apuntan a que los demócratas podrían, sin certeza, conservar el Senado, pero perder la mayoría en la Cámara de Representantes. Un quebradero de cabeza para Biden. Su política exterior, apoyo decidido y creciente a Ucrania, tirantez con China, novedosa frialdad con Arabia saudita, etc… tal vez no sufra alteraciones, pero en otros temas, política económica y social, el aborto…, quizás urjan considerables objeciones y sobresaltos. No es la primera vez que las elecciones de medio mandato, las de ahora, dan un giro opuesto a los deseos del ejecutivo que entonces padece una creciente impotencia.

Y aquí entra en juego el voto hispánico que hasta recientemente ha sido escasamente decisivo pero que puede empezar a serlo. Los hispanos o latinos son ya la mayor minoría del país. En 1970 sólo representaban el 5% de la población ahora se mueven alrededor del 20%. Aunque votan menos que los considerados “blancos” su número empieza a ser tenido muy en cuenta (10% de los votantes en 2020 eran hispanos).

Los hispanos son más proclives a votar a los demócratas, pero Trump, aun perdiendo en el 2020, logró hacer incursiones entre ellos en zonas que votaban normalmente demócrata. Por ello hay evidente preocupación en las filas de Biden conscientes de que la situación económica es la mayor preocupación de los hispanos en momentos en que la inflación se disparó y muchos pronósticos hablan de una recesión.

Los resultados en Estados muy hispanos como Arizona, Nevada, Georgia o en otros como Tejas o Florida pueden alterar la composición de las dos Cámaras.

Los demócratas parece que van a dedicar bastante más dinero (54 millones) en publicidad dirigida a los hispanos que sus adversarios republicanos lo que según los pronósticos no impide que estos hagan de nuevo pequeños avances.

Cultivar asidua y concienzudamente a los hispanos es, para muchos de ellos, una asignatura pendiente de los dos partidos estadounidenses. Y termino con un dato: cada año un millón de hispanos alcanza en Estados Unidos la edad de 18 años. Esto los convierte en votantes.

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