No a cualquier precio

Columna
El Confidencial, 04.12.2019
Jorge Dezcállar de Mazarredo, Embajador de España y columnista
Un Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos con el respaldo de ERC será frágil y sometido a un perpetuo chantaje. Ya está sucediendo y todavía no se ha estrenado

Un viejo refrán castellano dice que quien se acuesta con niños amanece mojado. Puede que no siempre ocurra, pero la propia existencia del refrán demuestra que las probabilidades son altas.

Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) es un partido independentista que tiene la suerte de ser español y no alemán, porque en Alemania se prohíben los partidos que tienen idearios contrarios a la Constitución. Pero en España se permiten y no debemos censurar ser en esto más tolerantes que los alemanes, que también son demócratas. El caso es que la semana pasada, ERC se ha unido a otros partidos de similar ideología para respaldar en el Parlamento de Cataluña una resolución que en nombre de la libertad de expresión pide la autodeterminación y la reprobación de la monarquía.

Dos brindis al sol, porque esa resolución no tiene ninguna trascendencia práctica salvo la de molestar al prójimo, porque esos asuntos exceden de sus competencias, y uno se pregunta por qué entonces gente que se supone seria pierde el tiempo en esas cosas, y la respuesta es que así dan carnaza a sus seguidores y les mantienen entretenidos mientras les escamotean otras cuestiones, algunas tan etéreas como la ensoñada independencia, y otras más prácticas que tienen que ver con el gobierno de la vida diaria de los catalanes y de las que nadie se ocupa desde hace años. Porque como me dijo un día Yasser Arafat, es mucho más bonito hacer la revolución que lograr que las alcantarillas funcionen.

Lo grave en este caso, con serlo por sí mismo, no es que estas resoluciones vayan en contra de la Constitución que un 93% de los catalanes aprobó en su día en referéndum, o que sean contrarias al Estatuto de Autonomía que regula las competencias del Parlament o, incluso, que desobedezcan al Tribunal Constitucionalque ya había suspendido un texto similar hace unas semanas; todo eso es grave y tensiona la situación, pero será nuevamente el alto tribunal el que devuelva las cosas a su lugar.

No se pueden pedir peras al olmo y ERC y sus amigos producen este tipo de frutos y no otros. Por eso, por mucho que la inefable señora vicepresidente del Gobierno diga que solo se negociará dentro de la Constitución y uno desee creerlo, le cuesta cuando desde Barcelona se exige ya una negociación entre iguales, de tú a tú, de Gobierno a Gobierno, a partir del vergonzoso texto de Pedralbes, donde se hable de soberanía y con "compromisos concretos" (no se fían de Sánchez ni de su PSOE) para abordar "el conflicto político" de Cataluña.

Como ha dicho el señor Rufián, con “un Sánchez derrotado, podemos hacer que se siente y hable”, y hay que agradecerle su sinceridad porque al menos en esto no pretenden engañar a nadie... Salvo, quizás, al señor presidente en funciones, si es que quiere dejarse. Otros piden también un mediador internacional.

Porque esa es otra, ERC no puede aparecer ante sus votantes como un 'botifler' (traidor), que es lo que a la primera cesión le llamarán sus 'amigos' de Junts per Catalunya o de la CUP mientras calientan motores para las elecciones autonómicas que asoman por el horizonte. De ahí su cautela y falta de prisas, en contraste con las que muestra el PSOE. Todo eso ya lo sabemos y lo saben también los de Esquerra, y ellos tendrán que ver cómo lo torean. Aunque eso de torear quede poco catalán.

La resolución inane pero provocadora en el Parlament, en plan desafiante y con recochineo, el día antes de comenzar a negociar formalmente con el PSOE las condiciones para una abstención que facilite el Gobierno de la coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, se me antoja un aviso en toda regla si uno no opta por mirar hacia otro lado.

Sé que, desde Enrique IV, París bien vale una misa y que son muchos los que a lo largo de la Historia han tragado sapos, y hasta se puede alabar la firme intención del señor Sánchez de dotar a España de un Gobierno estable después de intentarlo varias veces y de casi cuatro años de interinidad y de postergar decisiones que no admiten mayores dilaciones sin un alto coste. Y sobre la base de que en principio tener Gobierno es mejor que no tenerlo, solo me pregunto si eso se aplica a cualquier Gobierno.

Porque lo que puede acabar saliendo de un pacto entre PSOE y Unidas Podemos con el respaldo de ERC y otros varios partidos menores es un Gobierno que será frágil y sometido a un perpetuo chantaje, porque le pedirán un precio cada vez mayor por cada medida que quiera aprobar y que requiera su respaldo. Ya está sucediendo y todavía no se ha estrenado.

Como le dijo Winston Churchill a Neville Chamberlain tras el acuerdo de Múnich de 1938 con Hitler: "Se te ofreció poder elegir entre la deshonra y la guerra y elegiste la deshonra, y también tendrás la guerra". En algún momento hay que trazar una raya roja en el suelo, y hay que procurar que no sea demasiado tarde. Chamberlain y Daladier no lo hicieron y acabaron como acabaron hasta que Churchill puso las cosas en su sitio a un coste terrible que quizá se hubiera podido evitar.

Yo, como todos, quiero un Gobierno estable para España, que lo necesita y mucho. Pero no lo quiero a cualquier precio, y creo que somos muchos los que pensamos así. Y si este no es posible, hay otras alternativas. El solo hecho de que ERC lo perciba así moderará sus exigencias. Porque mucho me temo que lo ahora ocurrido es solo el principio y una muestra de lo que le espera a partir de ahora al señor Sánchez. El que avisa no es traidor y al menos eso, avisar con antelación, es algo que les debemos agradecer al señor Rufián y a los suyos.

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