Columna El Mercurio, 27.12.2024 Rafael Bielsa (excanciller de Argentina) y Eduardo Rodríguez Guarachi (embajador (r) de Chile)
A finales de diciembre de 1941, Winston Churchill llegó a Washington. El Reino Unido estaba en una situación delicada en su guerra contra Alemania. Churchill buscaba planificar el enfrentamiento conjunto, contra las potencias del Eje, con Franklin Delano Roosevelt. El 26 de diciembre pronunció uno de sus discursos ante los miembros de ambas ramas del Congreso. Era el tercer líder extranjero en tener ese honor.
A poco de comenzar, dijo: “Debo confesar, sin embargo, que no me siento como un pez fuera del agua en una asamblea legislativa donde se habla inglés”. Todo ha cambiado desde 1941. Sin embargo, algunas cuestiones esenciales tienen formas diversas, pero metas comparables. Argentinos y chilenos nos sentimos como peces en el agua hablando en español de cuestiones bilaterales, en la asamblea del respeto y las ideas. La fraternidad no debe ser reclamada, ni la fortaleza exhibida. Vale mencionar algunos hechos que existen, para alimentarlas y para que se sepa.
Por ejemplo, la excelencia de la relación entre la Provincia de San Juan en Argentina, y la Cuarta Región de Coquimbo en Chile. La comarca argentina se caracteriza por su minería, agricultura, turismo y su riqueza cultural. El espacio territorial chileno es donde viajan los sanjuaninos en el verano a descansar en las playas de La Serena, y a darle sabor a la boca con las notas herbales del pisco. Hay que aprovechar los recursos naturales de manera sostenible, y rehuir la sobreexplotación de las tierras de pastoreo permanentes, lo que se conoce como veranada.
Durante su estancia en Chile, el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento promovió la ampliación y mejora del sistema de enseñanza pública. Su impacto en la educación chilena es reconocido hasta hoy.
La provincia argentina de Salta limita con Antofagasta en Chile. Quebradas en Argentina y paisajes desérticos en Chile, es la historia minera de la fraternidad. El litio de Argentina se escurrirá hacia los puertos de Antofagasta y Mejillones, así como hoy se emplea su infraestructura para transportarlo a mercados asiáticos y a la costa oeste de Estados Unidos.
En aquellas horas cruciales, Winston Churchill dijo que había estado “en plena armonía toda mi vida con las mareas que han fluido a ambos lados del Atlántico”. En estas horas sustanciales, a las palabras de Churchill sustituimos el Atlántico por ambos lados de los Andes, y la guerra que lo carcomía es reemplazable por esta paz meditada y mutua.
Hablamos de colaboraciones beneficiosas no solo para las regiones involucradas, sino que también intervienen en la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico de la región andina. La gestión de recursos hídricos compartidos, la cooperación sobre energías renovables (generación distribuida y solar fotovoltaica) y corredores interoceánicos (logística para el comercio internacional).
Woodrow Wilson fue el presidente norteamericano que en 1918 presentó sus Catorce Puntos, un plan para la paz mundial que incluía la autodeterminación de los pueblos y la creación de una organización internacional para resolver conflictos. En 1919 recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para la materialización de la Liga de las Naciones. En enero de 1917 propuso el concepto de “Paz sin victoria”, por el que argumentó que la paz no debería imponer condiciones humillantes a los beligerantes derrotados.
Sin dudas, el diálogo y la cooperación son dos de los senderos más destacados, como se advierte con claridad en el flujo que existe entre la Región de Atacama en Chile y la Provincia de La Rioja en Argentina: hablamos del Proyecto de Cooperación sobre Energías Renovables, especialmente la generación distribuida y la energía solar fotovoltaica.
En su apasionado discurso de diciembre de 1941, Churchill dijo: “Ahora que estamos juntos, ahora que nuestras dos naciones considerables, cada una en perfecta unidad, han unido todas sus energías vitales en una resolución común, se abre una nueva escena sobre la cual una luz constante brillará e iluminará”.
No hay nada más para añadir.
