Columna El Demócrata, 28.03.2017 José Díaz Nieva, profesor Facultad de Derecho (U. Santo Tomás) con doctorados en Derecho (U. Complutense) e Historia (UNED)
Es recurrente que al hablar del Front National se le sindique como una formación de extrema-derecha. El machismo, la homofobia, la xenofobia y un antisemitismo más o menos encubierto serían, siguiendo estereotipos, algunos de sus elementos identificativos. Pero una rápida mirada a su dirigencia vendría a poner en entredicho esta aseveración, al menos en su forma más absoluta; y mucho más desde la llegada de Marine Le Pen, una mujer divorciada en dos ocasiones, a su presidencia. Fijémonos, pues, en quiénes son sus máximos colaboradores
Comencemos por averiguar algunos datos personales sobre sus vicepresidentes, empezando con la figura de Louis Aliot, quien no solo es la figura más relevante después de su presidenta, sino que también su pareja sentimental. Este abogado de 48 años desciende de una familia izquierdista de pieds–noirs. Su abuelo materno era un judío francés casado con quien era la responsable de los archivos del Partido Comunista Francés en el populoso barrio de Bab El-Oued de Argel. Sus padres, al igual que miles de franceses, fueron unas víctimas más del proceso de descolonización; obligados a trasladarse a suelo metropolitano abrazaron las tesis de quienes habían defendido la presencia gala en el norte de África, adhiriendo a una extrema derecha cuyo liderazgo se disputaban Jean-Marie Le Pen y Jean-Louis Tixier-Vignancour. Ingresaría a las filas del FN de la mano de su madre durante la campaña presidencial de 1988, ello no le impide haber sido uno de los responsables del cambio de imagen de la formación, considerándose más próximo del socialismo nacional que del ultraliberalismo de Reagan y Tatcher, que en su día defendiera el padre de su compañera sentimental.
Junto a él destaca la figura de Florian Philippot, graduado de la célebre École Nationale d’Administration, descendiente de una familia de educadores que desarrollaron sus actividades docentes en Bondues, suburbio de Lille. Ingreso al FN en septiembre de 2011, siendo director estratégico de campaña presidencial de 2012. Antes se había mostrado próximo a Jean-Pierre Chevènement, antiguo socialista y ministro en varios gobiernos. La revista Closer reveló (diciembre de 2014) su homosexualidad al exhibir en su portada una fotografía en la que se le observaba junto a un joven acompañante. Philippot es uno de los responsables de apartar al FN del culto más o menos velado al gobierno colaboracionista de Vichy y acercarlo al gaullismo, el 9 de noviembre de 2012 no dudo en presentar sus respetos ante la tumba del general De Gaulle, en el 42 aniversario de su fallecimiento.
Entre los vicepresidentes del FN también cabría referirse a Steeve Briois, un cuadro del Nord-Pas-de-Calai, hijo y nieto de mineros, quien ha sido objetivo de la atención por los medios de información por las opiniones de sus vecinos sobre su homosexualidad, que siempre ha procurado mantener en su privacidad. Fue elegido alcalde de Hénin-Beaumont, una pequeña ciudad de raigambres socialistas, sin industria, y con una 60 % de su población viviendo de subsidios públicos. En este sentido es de destacar la presencia de al menos otros dos destacados homosexuales en las filas del FN: Sébastien Chenu, fundador del movimiento Gay Lib, o la de Bruno Clavet, un joven de 24 que alcanzó fama tras participar, en el 2009, en un programa televisivo destinado a descubrir nuevos talentos musicales, y que concurrió a unas elecciones municipales en el popular barrio de Le Marais, el barrio rosa parisino. Homosexual militante, declaraba que se había acercado a las filas del FN a los 15 años, y puntualizaba: “antes, no se veían muchos gays y yo debía de ser de los pocos”… ahora “la comunidad gay es muy receptiva al FN y a su presidenta, Marine Le Pen”.
Entre los 5 vicepresidentes también destaca la presencia de una mujer, Marie-Christine Arnautu, uno de tantos descendientes de emigrantes que no han dudado en integrar las filas del lepenismo, militando en él prácticamente desde sus comienzos. Su padre, Alexander Arnautu, de ascendencia greco-macedónico, había nació en 1923 en la ciudad de Pirdop, en la actual Bulgaria, de la cual tuvo de huir por sus posturas anticomunistas. Su madre, Georgette Ingaramo, de origen italiano, nació en 1920 en Avon en Seine-et-Marne.
Para finalizar este repaso de quien es quien en el FN cabría referirse al escritor y ensayista Gilbert Collard, uno de sus 2 únicos diputados a pesar de ese 13,60% del 2012. Originario de una familia “maurrasiana” siempre había militado en causas de izquierda radical, integrándose en el socialismo de François Mitterrand. Vinculado por su padre con la masonería, es miembro de la Gran Logia Nacional Francesa. Ocupó el puesto de secretario general de la Rassemblement Bleu Marine, lo que le posicionó como uno de los miembros del círculo íntimo de la presidenta; siendo uno de los responsables del nuevo discurso republicano, laico y anti-islámico de la renovada formación.
Sin querer alargar más esta breve radiografía sobre quiénes son los máximos responsables del FN tan solo cabría referirse a la presencia, minoritaria, y testimonial, de elementos semitas. Esta presentó en las elecciones legislativas del 2012, en el 8°circunscripción de Val D’Oise, a Michel Thooris, un judío sionista, quien lograba obtener un 10,50% de los sufragios. Sería precisamente este consejero en asuntos de seguridad y ex sindicalista policial quien acompañara a Aliot en diciembre de 2011 a Tel Aviv. En más de una ocasión este último ha asegurado que “se puede ser de confesión israelita y del FN”, encargándose de la reactivación del Cercle National des Juifs Français, creado en 1986 por Jean-Charles Bloch y Robert Hemmerdinger.
Como podrá observarse del FN se podrán decir muchas cosas, muchas de ellas serán verdaderas, otras puede que no tanto, pero al tenor de quienes configuran su dirección actual, la formación que lidera Marine Le Pen nada tiene que ver con esa extrema-derecha de cabezas rapadas, niños ricos de papa, pura presencia masculina, o cualquier otro estereotipo al uso. Claro que alguien podría contrarrestar argumentando que uno de los primeros movimientos de inspiración mussoliniana fue el British Fasciti, dirigido por la sufragista Rotha Lintorn Orman, que Ernst Röhm y los suyos fueron sorprendidos en una actitud un tanto comprometida en la Noche de los Chuchillos largos (no obstante era Stalin quien afirmaba que la homosexualidad es un vicio burgués y una perversión fascista), o que el teórico del Derecho Giorgio del Vecchio, adherente al fascismo, era de ascendencia judía.