Rusia también nos enseñó los dientes con la OTAN

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Republica, 17.05.2022
Inocencio F. Arias, embajador (r) y columnista español

A nosotros Moscú nos hizo advertencias funestas cuando entramos en la OTAN. En septiembre de 1981 un diplomático de la embajada soviética presentaba un memorándum a Perez Llorca declarando que nuestro ingreso en la organización tendría consecuencias. El ministro español lo rechazó por considerar que era un acto de injerencia en un asunto que discutía nuestro parlamento. La prensa española vituperó la conducta soviética. “Matonismo diplomático” titulaba Diario 16, “Inadecuada reacción soviética” sentenciaba La Vanguardia. Otros periódicos coincidían en que Moscú había hecho un flaco servicio a los que en España se oponían a nuestra entrada en la OTAN.

Otro tanto ocurre ahora con Suecia y Finlandia que vienen practicando la neutralidad desde hace décadas. La actitud matona y violadora del derecho internacional de Putin ha afectado el sentir de los dos países nórdicos. En Finlandia el sentimiento otánico se ha multiplicado por 3 y alcanza un 75% de la población. En Suecia se mueve entre el 50 y el 60%.

El anuncio de su deseo de unirse a la Alianza ha irritado en Moscú y hay advertencias ominosas (“no deben hacerse ilusiones de que lo vamos a aceptar sin más”, “es un error grave, tendrá consecuencias considerables…”). Sauli Niinisto presidente finlandés ha reaccionado elocuentemente diciendo que el responsable del giro de su país es Putin “que debe mirarse al espejo”.

Algunos autores occidentales de peso, Kissinger, Kennan… han sostenido que cuando explotó la Unión Soviética, Moscú obtuvo garantías de Estados Unidos y otros países occidentales de que la OTAN no se ampliaría y no llegaría la frontera rusa. Se deduce que es lógico que Moscú se irrite y no se cruce de brazos. El Papa Francisco en frase no muy afortunada ha llegado a decir que, si a Rusia “le ladran en la puerta”, entonces…. La tesis, en mi modesta opinión, no es totalmente convincente. Si Occidente dio garantías en tema tan importante, ¿en qué documento constan? ¿Fueron tan ingenuos Gorbachov, Yeltsin que, cuando les hacen una promesa vital para ellos no piden que conste en un protocolo, una carta firmada, etc…? Y en segundo lugar, ¿si uno ve las orejas al lobo, si observa como Putin pisotea el derecho internacional y causa estragos humanos y materiales incalculables con su guerra, debes quedarte parado por si el matón se enfada?. Y desde nuestra posición: ¿Puede Occidente negarse a recibir en su Alianza a países que comparten o quieren compartir nuestros valores? ¿Puede permitirse que Moscú lo vete?

En mi modesta opinión, no. Ni entonces, ni ahora.

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