Un informe ilegal e inválido

Columna
El Mercurio, 16.09.2022
Niu Qingbao, embajador de China en Chile

El supuesto informe de la “Evaluación sobre varias cuestiones preocupantes en materia de derechos humanos en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang”, publicado hace unos días por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH), está para satisfacer a Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales su intención de difamar a Xinjiang y atacar a China. Sobre este tema, algunos medios de comunicación chilenos exageraron y reprodujeron expresiones de terceros respaldando sin fundamentos dicho informe y reprochando las acciones y críticas justas de la comunidad internacional a la ACNUDH. Respecto de este informe, quiero declarar que es totalmente ilegal e inválido.

En primer lugar, este informe no está autorizado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, violando gravemente el mandato de la ACNUDH, la que como parte de la Secretaría General de las Naciones Unidas tiene como objetivo proporcionar el apoyo y la asistencia necesarios para el trabajo del Consejo de Derechos Humanos y debe desempeñar sus funciones en estricto cumplimiento de las resoluciones pertinentes sobre el establecimiento de esta misma de la Asamblea General de la ONU, así como con la autorización previa de las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos.

La ACNUDH, la principal entidad de las Naciones Unidas en el ámbito de los derechos humanos, debe respetar y defender los propósitos de la Carta de la ONU y, partiendo de los principios de universalidad, objetividad, no selectividad y no politización, mantener diálogos y cooperaciones constructivos con los estados miembros, sin la injerencia de ninguna manera en los asuntos internos de los países. Sin embargo, dicho informe no solicitó las opiniones del gobierno chino, ni fue autorizado por el Consejo de Derechos Humanos, y violó las obligaciones y los principios que debe cumplir la ACNUDH, por lo que es ilegal e inválido.

En segundo lugar, este informe fue tramado durante mucho tiempo para respaldar con subjetividad las conclusiones preestablecidas. Según notas de los medios occidentales, la ACNUDH comenzó la elaboración de dicho informe en 2019, es decir, no se basó en la visita de la alta comisionada, Michelle Bachelet, a Xinjiang en mayo del año corriente, ni incluyó el comunicado oficial de la alta comisionada antes de finalizar su visita a China. El informe se basa en desinformación y mentiras fabricadas por las fuerzas extranjeras secesionistas contra China, e insiste en la presunción de culpabilidad, al tiempo que hace la vista gorda sobre el grave daño causado por el terrorismo y el extremismo a los derechos humanos de personas de todos los grupos étnicos en Xinjiang, y distorsiona maliciosamente la interpretación de las pertinentes leyes, políticas y prácticas en China y Xinjiang. En este sentido, la ACNUDH se ha convertido en un esbirro y cómplice de Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales.

En tercer lugar, las acciones de la ACNUDH han despertado una fuerte insatisfacción en todos los ámbitos. La mayoría de los miembros de la comunidad internacional, especialmente los países en desarrollo están muy disconformes con este tipo de comportamiento por parte de Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales. Más de 60 países y casi mil ONGs han enviado conjuntamente cartas a la alta comisionada, elogiándola por su visita a Xinjiang y pidiéndole que rechace la publicación de este informe, oponiéndose a la politización de los derechos humanos, la confrontación entre grupos y la intervención en los asuntos internos de los países aprovechándose del asunto de los derechos humanos. La comunidad internacional tiene el derecho a señalar los errores de la ACNUDH y esta tiene la obligación de aceptar las críticas y corregirlos.

La situación real de los derechos humanos en Xinjiang tiene amplio reconocimiento en la comunidad internacional. Desde 2018, 172 grupos de delegaciones, procedentes de 132 países, regiones y organizaciones internacionales relevantes, han visitado Xinjiang para ver con sus propios ojos la realidad y el desarrollo en esa región, y todos valoraron muy positivamente lo que vieron y experimentaron en Xinjiang. Ya sea que los derechos humanos en Xinjiang sean buenos o no, las personas de todos los grupos étnicos en Xinjiang tienen más voz. Hace poco tiempo, la Región Autónoma Uigur de Xinjiang publicó el Reporte “Hechos y verdades de la lucha contra el terrorismo y la desradicalización en Xinjiang”, que refleja la situación real de allí a través de una gran cantidad de casos, hechos y datos detallados. Confío en que las mentiras de Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales sobre Xinjiang, sin importar cómo estén maquilladas, eventualmente tengan patas cortas frente a la verdad.

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