Carta El Mercurio, 24.02.2019 Eduardo Rodríguez Guarachi, abogado y exembajador en Argentina y Japón
Destaco el artículo de opinión "Viaje a Cúcuta" escrito recientemente por la ex canciller Soledad Alvear y el ex embajador Francisco Cruz. Su serenidad y sobriedad para ponderar la decisión del Presidente de la República de trasladarse a la frontera entre Colombia y Venezuela, para hacer entrega y testimoniar nuestra sentida solidaridad frente a una de las más graves crisis humanitarias que han afectado a nuestra región latinoamericana en toda su historia.
Es tiempo de recuperar los valores que inspiran esta acción solidaria, dejando de lado las desconfianzas y las críticas pequeñas. Dicho artículo procura ser un fiel reflejo de ello, ofreciendo una perspectiva humanista y cristiana.
Como toda acción humana, nadie desconoce los riesgos que implica trasladarse a una zona altamente tensionada por esta emergencia. Sin embargo, se asumen con entereza y con la convicción más profunda de que en América Latina debemos acompañar al pueblo venezolano, con el cual nos une una entrañable cercanía. Si obras son amores y no buenas razones, ha llegado la hora de actuar. Así lo han entendido dichos columnistas. Respetemos su parecer y, sin estridencias, valoremos el mensaje de fondo que nos procuran transmitir.