Chile y las dictaduras latinoamericanas

Carta
El Mercurio, 07.06.2022
Juan Salazar Sparks, embajador (r)

Primero la canciller Urrejola y, ahora, el presidente Boric, han hecho ciertas afirmaciones que constituyen un cambio negativo en la diplomacia chilena frente a las dictaduras latinoamericanas. Cuando la ministra sostiene que la exclusión de esos regímenes “no ha dado resultados en materia de derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, o bien, cuando el primer mandatario afirma que la ausencia de esos países en la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles “es un error”, lo que estamos presenciando es un relativismo peligroso para definir y tratar las dictaduras en América Latina.

Con un enfoque más bien voluntarista e ingenuo, se pretende entablar un supuesto diálogo continental en favor de la integración y concertación regionales. Pero eso ya se intentó en el pasado y fracasó en forma rotunda, precisamente porque los gobiernos adheridos a los Foros de Sao Paulo y Puebla solo se interesan por la solidaridad ideológica y no creen en la cooperación para el desarrollo.

Si los chilenos nos identificamos en general con la defensa de la democracia y la protección de los derechos humanos, nuestra diplomacia no debiera buscar un entendimiento con los dictadores, sean estos comunistas cubanos, chavistas venezolanos o de la familia Ortega-Murillo. Al contario, hay que apoyar a los ciudadanos perseguidos por esos regímenes y preguntarse qué espacio ganaron los cubanos con la apertura de Obama, qué acuerdos se lograron en las conversaciones en México entre Maduro y la oposición, y quién queda en Nicaragua para dialogar con la nueva oligarquía somocista (si están todos detenidos).

Si bien el gobierno intenta nuevamente “la cuadratura del círculo”, por el bien de Chile no debe apaciguar a los dictadores.

PD del editor:
La presente carta del embajador Juan Salazar fue comentada por el economista y ex ministro de hacienda Eduardo Aninat Ureta, en carta al director de El Mercurio, y cuyo texto agregamos a continuación:

Relación con dictaduras

Carta
El Mercurio, 08.06.2022
Eduardo Aninat Ureta, exembajador de Chile en México

Comparto la esencia del mensaje que nos envía el exembajador chileno don Juan Salazar en carta de ayer. Con la pareja Ortega-Murillo o el régimen del señor Maduro no se puede avanzar: ellos, y otros de la Región, han resuelto dar la espalda a la democracia.
En todo caso, Chile debe seguir la norma base que caracteriza en general a embajadas: presencia diplomática, consulados abiertos, relaciones culturales comerciales, etcétera. Eso es un mínimo establecido en la práctica de naciones reconocidas por la ONU.
El argumento de Salazar Sparks va por otro carril. Resulta ser una ilusión cargada de fuerte voluntarismo el avanzar por el sendero “componedor” que parece hoy caracterizar el estilo del nuevo mando en la Cancillería chilena.

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