Chile y Perú intensifican sus relaciones

Editorial
El Mercurio, 19.10.2018

Se registra una continua densificación de los lazos gubernamentales, castrenses y de la sociedad civil entre Chile y Perú. Ambos países comparten los valores de la democracia y de la libertad económica, han superado desencuentros históricos, son parte de la Alianza del Pacífico -el pacto comercial más dinámico de la región-, y en su política exterior coinciden en principios fundamentales y en el Grupo de Lima.

La comunidad peruana residente en Chile es la más numerosa de las extranjeras, pues supera los doscientos sesenta mil avecindados en el país, destaca por su organización y en la obtención de los permisos de residencia en el reciente proceso de normalización documentaria de migrantes. La migración peruana, su esfuerzo y su cultura, especialmente la gastronómica, han sido acogidos muy favorablemente por la población nacional.

Crecientes y variadas son las inversiones peruanas en Chile, en los más diversos sectores industriales y en servicios portuarios, de ingeniería, construcción y financieros. Perú, después de Brasil, luego de desplazar a Argentina, es el segundo destino de las inversiones nacionales directas en el exterior, por cerca de veinte mil millones de dólares, con un promedio anual de más de mil quinientos millones de dólares, en la última década.

El intercambio de bienes y servicios supera los dos mil seiscientos millones de dólares anuales, tendiendo gradualmente al equilibrio, por el mayor aumento de las importaciones de productos peruanos en los años recientes. El país vecino es el quinto mercado mundial para las exportaciones chilenas, que duplican a las destinadas a Argentina.

Sobre estas bases sólidas y densas, no cabe sino expandir sostenidamente la agenda oficial de ambos gobiernos. Así se propone con la próxima reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política -conocido como 2+2-, presidida por los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de ambos países, que se celebrará en Santiago próximamente. A ese encuentro le seguirá, en corto tiempo, la reunión binacional de gabinetes, con delegaciones ministeriales presididas por los presidentes Vizcarra y Piñera.

Los espacios para la cooperación bilateral, pública y privada, son amplísimos. En el sector Defensa, se ha convenido la reactivación de los ejercicios combinados para la gestión de riesgos y desastres naturales provenientes de terremotos y tsunamis en la zona fronteriza Tacna-Arica; programas conjuntos de operaciones de mantenimiento de la paz y de desminado humanitario y, en general, el fomento de la confianza mutua entre las instituciones armadas de ambas naciones. Oportuno en este ámbito es recordar que sigue pendiente el compromiso peruano sobre la adecuación de las respectivas normativas internas al fallo de la Corte Internacional de La Haya del 27 de enero de 2014, en particular respecto de la aprobación de la Ley sobre Ejercicio de las Libertades de Comunicación Internacional en el Perú, proyecto que se encuentra estancado por cerca de cuatro años, desde que fuera presentado por el expresidente Humala.

Corresponde a los gobiernos seguir aprovechando la base social y económica común, la vecindad, la convergencia de políticas, los intereses mutuos y el potencial de los acuerdos sectoriales concretos, en beneficio de las legítimas aspiraciones de bienestar de ambos pueblos y de las relaciones bilaterales.

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