Reportaje El Mercurio, 27.08.2017 Gabriel Pardo
- "1978, la Guerra del Beagle" recoge el testimonio de más de 30 protagonistas de la época. [90 horas de entrevistas realizó Rodrigo Álamos para el documental]
La producción destaca que la capacidad de organización y disuasión de las FF.AA. chilenas fue clave para que no se iniciara un conflicto.
"Esa madrugada del 22 de diciembre de 1978, el buque insignia de la escuadra (el crucero 'Prat') avanzaba en la soledad de los fríos canales australes hacia el Mar de Drake. En la cubierta superior del buque se encontraba el comandante en jefe de la escuadra, almirante Raúl López Silva".
El relato es de la historiadora Patricia Arancibia Clavel, al inicio del documental "1978, la Guerra del Beagle".
La producción fue iniciada por el ingeniero Rodrigo Álamos hace casi 10 años, quien se dedicó a entrevistar a más de 30 protagonistas chilenos del conflicto, algunos de los cuales ya han fallecido.
El material, editado por Eduardo Tironi, fue entregado por la Corporación Cultural Arturo Prat en una función privada esta semana a la Armada, con motivo de la celebración de los 200 años de su creación.
El documental recorre los dramáticos momentos de la disputa que se generó con el país trasandino luego de que el gobierno de Jorge Rafael Videla desconociera y declarara nulo el laudo arbitral de la Corona Británica sobre las islas al sur del canal Beagle, de soberanía chilena (Picton, Nueva y Lennox). Y se adentra en las horas en que el conflicto armado estuvo a punto de iniciarse, previo a la mediación papal.
Durante el filme, el propio Álamos relata: "Cuando corrían con desesperante lentitud las primeras horas del 22 de diciembre de 1978, el almirante López se encontraba en la circunstancia para la cual todo marino profesional se ha preparado a lo largo de su carrera: Mandar una flota a minutos de iniciarse una batalla naval. Minutos atrás se había recibido la orden del almirante José Toribio Merino: 'Atacar y destruir cualquier buque que se encuentre en aguas chilenas'".
El capitán de navío (r) Christian de Bonnafos recuerda: "La escuadra zarpó y se abandonaron los atracaderos de guerra y navegamos a 25 nudos con todo apagado. Ni siquiera con los radares". Mientras que el cabo (r) Fernando Erices, quien fue soldado de infantería marina en isla Nueva, afirma: "Estuvimos toda la noche en posición. Había un temporal, pero estábamos en posición, esperando que los argentinos hicieran el ataque".
Durante el filme se destacan tanto las gestiones de la diplomacia chilena como la capacidad disuasiva de las Fuerzas Armadas durante el conflicto.
El fallecido general (r) Ernesto Videla, figura central en las negociaciones y quien se convertiría en subsecretario de Relaciones Exteriores, afirma que se mantuvo una "posición jurídica intocable": "Todas las islas al sur del Beagle pertenecen a Chile".
Mientras que el ministro del Interior en ese entonces, Sergio Fernández, enfatiza en que: "El general Pinochet invariablemente sostenía que quería la paz. Y él siempre consideró que la guerra era el último recurso". Así se lo planteó a Jorge Rafael Videla en una reunión en Mendoza, a puertas cerradas, el 19 de enero de 1978.
Más adelante, se abordan las gestiones que realizó el canciller Hernán Cubillos con el Vaticano para alcanzar una mediación, mientras se sucedieron Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, quien finalmente lideró la mediación de la Santa Sede.
Hacia el final del documental, el almirante (r) Pablo Wunderlich, comandante del destacamento infantería de marina Cochrane, dice "no se puede decir que el Papa evitó la guerra, pero sí que consolidó la paz".
Finalmente cierra el propio Rodrigo Álamos, quien dice: "Fueron todos, un pequeño grupo de personas dispuestas, equipadas, respaldadas y sobre todo preparadas para enfrenar un conflicto... ellos evitaron la guerra".
