El fotógrafo y el ego del Vicepresidente

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Republica, 10.11.2020
Inocencio F. Arias, embajador (r) y columnista español

He acompañado a los Reyes en más de treinta viajes oficiales al extranjero. He hecho otra media docena con el entonces Príncipe Felipe. He charlado hoy con un par de compañeros diplomáticos que asimismo como altos cargos viajaron con los monarcas múltiples veces. Ninguno recordamos que en esas visitas haya participado un Vicepresidente del gobierno. Normalmente acompaña al Rey el Ministro de Exteriores, raramente se une un ministro económico si se ha programado una importante reunión de empresarios.

Si la presencia del Vice es anómala más aún resulta que Pablo Iglesias haya decidido llevar su propio fotógrafo. Los viajes del Jefe del Estado eran cubiertos por el fotógrafo de la Casa real, Dalda, Borja…, que posteriormente enviaba copias de recuerdo a los miembros del séquito. Iglesias no se fía y necesita el suyo. Curioso tirando a alucinante para un político austero, anti-casta, y cuidadoso del gasto público.

Uno está inclinado a pensar que una vez más al Vicepresidente le traiciona el ego. Quiere inmortalizar hasta el último detalle de sus encuentros con “hermanos” antiimperialistas o sus desplazamientos por la empingorotadas calles de La Paz. Ahora bien, Iglesias nos sorprende firmando un comunicado con los “sospechosos habituales”( incluido el inevitable Zapatero) contra la ultra derecha.

No se acaba de entender como un miembro de nuestro gobierno, no de un partido, no de la oposición, puede ser signatario de un documento supuestamente democrático que vitupera a los ultras de derecha pero no hay mención de los de izquierda ¿Acaso son sólo dañinos para la democracia los primeros? Se podría pensar que Iglesias está, siguiendo su ego y su ideología, haciendo una “diplomacia paralela” porque resulta incoherente, por citar sólo un ejemplo, que el gobierno español reconozca a Guaidó y luego el Vice de ese gobierno suscriba proclamas con los amigos de Maduro.

Sin embargo, es difícil creer en esa diplomacia paralela, es decir en que Iglesias vaya totalmente por libre. Si Iglesias se sale del guión, si lanza diatribas constantes contra la Monarquía constitucional, si socava el papel del rey y la imagen de España en el exterior (un Vicepresidente largando contra el Jefe del Estado crea la confusión y no atrae precisamente inversores ) obedece bien a que a Sánchez le importa un pepino, una higa y un pimiento que se erosione a Felipe VI o a que Pablo Iglesias tiene cogido a Sánchez por donde más duele -la ruptura si lo pone firme -y al “escrupuloso” presidente le da dentera pensar en perder la Moncloa.

En las redes sociales aparece Iglesias diciendo que esta orgulloso de llegar a La Paz y que el Jefe del Estado “lo ha acompañado”. La explicación ególatra en el orden de los viajeros puede ser un bulo pero el periódico El País, en similar desafortunada prelación, decía el martes que “el Vicepresidente y el Rey asisten en Bolivia…”. Hay días que uno no está para nada ni siquiera los periódicos de prestigio

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