Columna Republica, 09.06.2020 Inocencio F. Arias, embajador (r) y columnista español
Dentro de dos días comienza a abrir un puñado de cines en California. El hecho es importante porque ese estado y Nueva York son la base comercial y artística de la industria del cine de Hollywood. Sin la existencia del mercado californiano y del neoyorquino bastantes películas americanas no verían la luz.
La apertura se realiza con limitaciones engorrosas, sólo se vende 25% del aforo, nunca más de 100 personas, dos metros de distancia en diagonal entre los espectadores, se reservan las entradas por teléfono o internet ...
Hay muchos interrogantes sobre el despegue de una industria que ingresa en el mercado doméstico unos 1.000 millones de dólares, entre venta de entradas y de refrescos, palomitas, etc..., y que emplea, solo en las salas de exhibición, unas 150.00 personas.
La aprensión flota en el ambiente. Aficionados de frecuente asistencia declaran que pasará como mínimo un mes antes de que se animen a ir con su pareja. Llevar a sus pequeños llevará más tiempo. Un cine tradicional significará ahora estar dos horas en una sala oscura a una relativa proximidad de gente desconocida. No todos los aficionados se atreverán.
Simultáneamente, las cadenas de exhibición rozan la bancarrota. La poderosa AMC se ha entrampado con 500 millones de dólares después de tres meses de cierre y no falta quien pronostique que varias cadenas de no excesivo tamaño tendrán que cerrar.
Problemas supletorios son que no puede haber estrenos en el futuro próximo porque las productoras cerraron y, de otro, que los propietarios de salas , de grandes cadenas o de pequeñas, se palpan la ropa ante la fiebre de pleitos que domina la sociedad estadounidense. La demanda por cualquier enfermedad presumiblemente contraída en una sala de cine arruinaría a la empresa. Es un país que no se anda con chiquitas a la hora de pedir indemnizaciones judiciales . La oferta en la pantalla será risueña, películas agradables, que dejen buen sabor de boca. Y nada de films en que aparezca una epidemia.
La pandemia ya ha traído un enfrentamiento. Universal ha estrenado un par de producciones en la red para ser vistas en ordenador, tableta, etc...y AMC, colérica, ha manifestado que boicoteará las producciones de esa compañía.
