La Batalla de Maipú, 200 años después: Argentina y Chile, juntos

Columna
Clarín, 05.04.2018
Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
En el bicentenario de ese acontecimiento, ambos países profundizan su cooperación

El 5 de abril de 1818 tuvo lugar la batalla de Maipú, que selló la independencia de Chile. El ejército argentino-chileno estaba a órdenes de San Martín, que había logrado reorganizar sus fuerzas, tras la derrota que le infligen las fuerzas realistas al mando de Mariano Osorio, dos semanas antes en Cancha Rayada.

Tras ella, San Martín reúne y reorganiza sus fuerzas y se dirigía con ellas hacia la capital, Santiago de Chile. A 10 kilómetros de ella, decide cerrarle el paso a los realistas, en el lugar que dio nombre a la batalla. Los historiadores difieren sobre la cantidad de efectivos que se enfrentaron. Pero haciendo un balance, fueron aproximadamente 5.000 por cada lado.

Fue una batalla sangrienta, que duró toda la jornada, iniciándose antes del medio día y terminando a la noche, tras la férrea resistencia de algunas unidades realistas que habían combatido en Europa contra las fuerzas napoleónicas. San Martín mantuvo la iniciativa y condujo las acciones directamente en el campo de batalla. Cuatro años antes, la derrota de Rancagua había permitido a los realistas retomar el control de Chile. Ahora, en la capital chilena muchos pensaban que iba a repetirse la historia. Pero no fue así.

Las bajas fueron mayores en las fuerzas realistas, que además de muertos y heridos dejaron prisioneros a la mitad de sus fuerzas. ¿Qué hubiera pasado si los realistas hubieran salido victoriosos en Maipú?

Seguramente hubieran tomado nuevamente Santiago como en 1814. Posiblemente San Martín no hubiera podido llevar adelante la expedición al Perú. Sin ella, el esfuerzo de Bolívar desde el norte de América del Sur no hubiera podido con el poder realista en Perú. La independencia de la América hispana se hubiera demorado, por lo menos para una parte de ella.

Esta batalla marcó una huella muy profunda en la imagen, la que ya servía para comunicar en el pasado. Cuando se estaba definiendo la batalla, llegó el Director General de Chile Bernardo O’higgins, convaleciente de una herida recibida en Cancha Rayada al frente de 1.000 milicianos.

El “Abrazo de Maipú”, un cuadro de Pedro Subercaseaux, que ha fijado esta imagen, durante casi dos siglos, la que ha simbolizado la amistad argentino-chilena, está estampada en el billete de 5 pesos, que ahora queda en desuso. Aparte de afianzar la independencia de Chile, esta batalla es el símbolo de la cooperación entre los dos países.

Esta fuerza simbólica lleva a que los dos Presidentes actuales, se encuentren en el mismo lugar de la batalla, al conmemorarse su bicentenario. La agenda de cooperación hoy pasa por la articulación concreta de las vías de comunicación Atlántico-Pacífico, la gestión de convergencia de la Alianza del Pacífico con el Mercosur impulsada por los dos países desde cada uno de los bloques, el desarrollo de la complementariedad económica mediante el Tratado de Libre Comercio firmado el año pasado, una actualización de la visión continental que tuvieron entonces O’Higgins y San Martín y una política común para la Antártida en la cual ambos países vienen desarrollando una acción estatal sistemática.

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