Las maniobras de Evo Morales

Editorial
El Mercurio, 11.07.2015

"No era de extrañar que el mandatario boliviano desvirtuara la visita pastoral del Papa Francisco a ese país..."

Reacciones diversas desencadenaron las declaraciones del Papa Francisco sobre la necesidad de un diálogo franco y abierto en la diplomacia con los países del entorno. La mención pontificia, improvisada y fuera del texto preparado para su intervención, agregó que estaba pensada en el mar. Esta última referencia ha causado polémica al ser celebrada e interpretada abusivamente como un apoyo inequívoco a la demanda de Bolivia. Así lo expresaron el Presidente Morales, su vocero y personeros bolivianos. Correctamente, el canciller Muñoz sostuvo que Chile ha estado siempre abierto al diálogo, que Bolivia frustró con su demanda. Reiterando esa disposición, ofreció nuevamente el restablecimiento de relaciones diplomáticas, como lo hiciera infructuosamente el ex Presidente Ricardo Lagos. Entonces Bolivia rechazó el diálogo, al condicionar una vez más su aceptación a una negociación con entrega de soberanía.
El vocero del Vaticano, sacerdote Federico Lombardi, había descartado que el Pontífice tuviese planificado referirse o intervenir en la reclamación marítima boliviana, por tratarse de una visita pastoral. Como Jefe de Estado, el Papa no pretende intervenir en un problema limítrofe, sometido a la Corte de La Haya, instancia judicial de la Organización de las Naciones Unidas, en la cual participa la Santa Sede. La neutralidad es perfectamente justificada teniendo en cuenta que el Vaticano respeta el Derecho Internacional, los tratados, el carácter bilateral de la reclamación, y debe también considerar la repercusión negativa que podría tener su interferencia ante millones de católicos que posteriormente recibirán al Santo Padre en Chile y que, en diversas encuestas, han manifestado mayoritaria y crecientemente su oposición a ceder soberanía.
Comprobadas son las maniobras del Presidente Morales para involucrar a autoridades y referentes extranjeros en su agenda política y para enemistarse con las autoridades y la ciudadanía chilenas. Antes fueron dichos agraviantes respecto de nuestros gobernantes. Luego comunicados conjuntos en los cuales incluyó el tema marítimo con los presidentes de Perú y Paraguay. Permanentemente se ha valido de reuniones con los mandatarios de Venezuela, Cuba y con los aliados en el ALBA para sus cometidos proselitistas e ideológicos. No era de extrañar que desvirtuara la visita pastoral, sorprendiendo con la reiteración de la entrega -durante una reunión privada, que interrumpió para televisarla- de una recopilación de antecedentes de supuestos derechos de Bolivia sobre territorio chileno. En la misma oportunidad le obsequió un bolso para llevar hojas de coca y un peculiar crucifijo tallado sobre el símbolo comunista, la hoz y el martillo.

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