Un fallo de la Corte Internacional que marca un cambio

Columna
Clarín, 28.02.2019
Roberto García Moritán, embajador (r) y ex viceministro de RREE argentino
  • Un caso colonial en que Argentina prestó testimonio a favor de Mauricio

La Corte Internacional de Justicia falló en contra del Reino Unido en un caso colonial en el que la Argentina prestó testimonio a favor de Mauricio. Resulta interesante destacar que la misma Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) que solicitó en el 2017 la opinión consultiva a la CIJ también votó contra la reelección de un juez británico ante dicho tribunal. Fue la primera vez en la historia que un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dejaba de integrar uno de los seis órganos principales del sistema de Naciones Unidas, salvo el caso de China, que estuvo ausente de la CIJ por voluntad propia de 1967 a 1985. La votación contra la reelección del juez Christopher Greenwood fue embarazosa para la diplomacia británica y dejó en evidencia cierto debilitamiento de su influencia en Naciones Unidas en los últimos 71 años.

La Corte Internacional de Justicia repite el cachetazo. La pérdida de un juez y la contundencia de la opinión consultiva, en alguna medida reflejan los efectos expansivos negativos tras el Brexit. La Corte parece responder al sentir de la Asamblea General que, con 94 votos a favor y 15 en contra, solicitó la opinión consultiva. La abstención europea fue clave en esa derrota. Es evidente que muchos miembros de la Unión Europea ya no sentían la necesidad de apoyar automáticamente al socio aislacionista. El tema revistió mayor trascendencia aún en el caso del voto contra el juez británico por cuanto Europa quedaba con un asiento menos en la CIJ que pasó a otro grupo regional, Asia (India).

Es evidente también que la Corte con el caso Chagos empieza a corregir el desequilibrio histórico en sus decisiones por el exceso de presencia anglosajona que afectaba los propósitos del artículo 9 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. El tema reviste importancia para América latina y el Caribe, ya que de los 140 casos que se han iniciado en la CIJ desde 1947, el 19% ha sido de países latinoamericanos. En la actualidad, representa el 50% de las cuestiones bajo consideración de la Corte.

El tema, más allá de consideraciones de fondo sobre el tema Chagos y eventuales implicancias en la cuestión Malvinas, resulta interesante para el análisis diplomático. El nuevo revés británico, que es consecuencia directa de lo ocurrido en el 2017 en Naciones Unidas, es símbolo de la creciente disminución del status del Reino Unido en el escenario internacional. Hasta hace poco tiempo un tribunal no se hubiese animado a fallar contra el Reino Unido de manera tan clara. Tampoco muchos países hubiesen estado dispuestos a desafiar al Reino Unido con abstenciones o votos desfavorables en Naciones Unidas tal como lo han experimentado algunos países, incluida la Argentina.

Estos nuevos primeros síntomas podrían mostrar que Londres, en principio, ya no cuenta con los mismos mecanismos de retribución diplomática de otros momentos históricos. También podría estar insinuando, entre otros motivos, una progresiva tendencia multilateral anti miembros permanentes del Consejo de Seguridad, con la intención de acelerar las postergadas reformas de algunos órganos principales del sistema de Naciones Unidas

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