Columna La Tercera, 01.07.2019 Carolina Valdivia, abogada y subsecretaria de RREE
Chile y Argentina comparten una frontera de casi 5.300 kilómetros de extensión, que almacena abundantes reservorios de agua dulce, bosques, recursos minerales, bienes naturales, climáticos, un sistema de relaciones ecológicas que incluye vastos espacios marítimos australes y que se proyecta en millones de kilómetros cuadrados hacia el continente blanco.
Compartimos también valores esenciales, como el respeto a los Derechos Humanos, la democracia, la paz y la necesidad de un orden global con reglas claras y estables para el libre comercio, la preocupación por el medio ambiente y una diversidad de temas emergentes que interesan a nuestras sociedades.
Somos por lo mismo una sociedad geográfica al tiempo que una sociedad estratégica.
Por lo mismo y coincidiendo con la aurora de una revolución tecnológica, los Presidentes Piñera y Macri han fortalecido la comunidad de pensamiento estratégico binacional a través del Foro de Dialogo Estratégico 2030, en el que convergen personas de nuestros dos países, destacadas en distintos ámbitos profesionales, no gubernamentales, cuya misión es orientar el debate y el trabajo de esta alianza estratégica de cara al futuro. La IV Reunión de este Foro sesionó días atrás en nuestra Cancillería.
De este debate rescato algunos ejes de trabajo para el futuro. En primer lugar, requerimos una integración física inteligente, una integración acoplada a diseños de desarrollo regionales eficientes y productivos. Dejar de lado agendas de integración abultadas y concentrar la inversión en pasos fronterizos que integren polos de desarrollos regionales, que aprovechen cadenas logísticas operativas y en funcionamiento -incluidos puertos-, y den una mejor calidad de vida a poblaciones fronterizas.
En segundo lugar, nuestros países requieren desplegar su potencial diplomático bilateral hacia una agenda emergente, en áreas de mutuo beneficio, superadora, que permita aportarle un mayor volumen político a una sociedad geográfica formidable en recursos. Debemos avanzar hacia una agenda minera binacional con acento en la sustentabilidad y productividad, tambien converger en una agenda ambiental en torno a los recursos hídricos compartidos, biodiversidad, clima, estándares ambientales, fortalecer una concertación política frente a los riesgos del cambio climático, etc.
Finalmente, de este Foro surge como tercer eje la importancia de alcanzar una convergencia estratégica de intereses, a través de agendas realistas, productivas y pragmáticas, con un horizonte de mediano y largo plazo, con énfasis en sectores estratégicos y de alto valor económico y político. Chile y Argentina comparten geografías y algunas economías complementarias que deben potenciarse en la agenda internacional en torno a una estrategia flexible y objetivos compartidos. Fortalecer la institucionalidad de la OMC, asegurar previsibilidad y certeza jurídica a nuestro comercio internacional es vital para nuestro país y el bienestar de nuestra población.
Pensar el futuro de la relación bilateral desde distintos ángulos y percepciones que sean representativos de nuestra sociedad, enriquece, proyecta y aporta volumen político de inestimable valor para el trabajo de nuestras Cancillerías.
La próxima reunión del Comité Permanente de Seguridad Chile – Argentina, iniciado en 1995, a nivel de Subsecretario/as de Relaciones Exteriores y Defensa de los respectivos países, a realizarse en Buenos Aires en agosto, constituye una nueva oportunidad para continuar fortaleciendo este dialogo compartido en materias de seguridad de interés mutuo.
