Aniversario de la Batalla de Yungay

Carta
La Tercera, 20.01.2016
Gonzalo Serrano del Pozo, profesor Facultad de Artes Liberales (U. Adolfo Ibáñez)

El 20 de enero de 1839, el Ejército chileno al mando del general Manuel Bulnes, derrotó a la fuerza confederada que lideraba el mariscal Andrés de Santa Cruz. Este hito parece olvidado a raíz de la Guerra del Pacífico, conflicto que hasta hoy es factor determinante en las relaciones de Chile con sus vecinos.

Esta nueva conmemoración sirve de excusa para desempolvar el enfrentamiento y comprender su relevancia.

La guerra de Chile contra la Confederación surgió del círculo que lideraba Diego Portales. Desde su perspectiva, la unión de Perú y Bolivia amenazaba la hegemonía que ejercía Valparaíso en el Pacífico. Además, una lucha externa permitía consolidar a los conservadores en el poder a través de medidas extraordinarias.

Los intereses chilenos por acabar contra la Confederación Perú-Boliviana fueron apoyados por emigrados peruanos que se encontraban en Chile. De igual forma, el general Ramón Freire, héroe de la independencia, se sublevó contra el Gobierno de Prieto gracias al apoyo peruano y boliviano. Para la Guerra del Pacífico, la participación de un chileno a favor de Perú o Bolivia y viceversa, era un acto de alta traición a la patria.

Otra diferencia que resulta oportuna destacar, en especial cuando Bolivia nos acusa de expansionistas, es que Chile, pese a ser el país victorioso, no aprovechó su condición y su territorio no varió tras la guerra. Es más, en una muestra de magnanimidad el Presidente Prieto asiló al mariscal Santa Cruz después de la derrota.

Las complejidades de esta guerra se fueron perdiendo en el tiempo, al ser consumidas por la Guerra del Pacífico, olvidando que hubo muestras de amistad y civilidad entre países que todavía tenían fresco el recuerdo de lucha conjunta por la independencia.

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