Carta La Tercera, 21.12.2022 Juan Salazar S., Cecilia Mackenna E., Andrés Barbé G., Jorge Canelas U., Patricio Torres E., Carlos Klammer B., Fabio Vío U., Isauro Torres N., Gonzalo Mendoza N. y Alberto Labbé G. (embajadores)
El intento de golpe perpetrado por el depuesto ahora expresidente Castillo en Perú ha generado repercusiones de diversa índole.
Una de las más controvertidas ha sido la declaración de los presidentes de Colombia, Argentina, México y Bolivia, los cuales han asumido una postura de apoyo ideológico a una acción golpista, claramente contraria a los compromisos multilaterales para la defensa de la democracia, como la Carta Democrática Interamericana, justificando y victimizando al depuesto exmandatario.
Estamos frente a una nueva manifestación del doble estándar que caracteriza a la izquierda dura de la región, inspirada en las directrices y orientaciones del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. La declaración de estos cuatro presidentes en apoyo a Castillo es un serio llamado de alerta en la actual coyuntura de nuestro país. En efecto, pese a que Chile esta vez no accedió a suscribir esta declaración, merece analizarse la existencia de una corriente de opinión al interior del gobierno, proclive a la idea de alinear las decisiones de política exterior con las ideas de la izquierda más radical de la región. Un claro ejemplo de ello fue la pugna interna en el gobierno en torno a la aprobación y ratificación del TPP11.
Un indicio preocupante de esa pugna fue la reacción vacilante de la Cancillería, que evitó emitir un pronunciamiento claro desde el primer momento sobre el intento de golpe, limitándose a lamentar la situación sin una condena clara a la acción que originó la crisis.
Para diplomáticos de carrera, como los abajo firmantes, resulta frustrante y desesperanzador observar cómo algunos principios básicos de la política exterior se relativizan o derechamente se ignoran debido a motivaciones de carácter ideológico.
