Atletas cubanos y política exterior

Editorial
El Mercurio, 09.11.2023

El llamado de auxilio de un número todavía no determinado de deportistas cubanos que se han escapado de su delegación con el propósito de solicitar refugio en Chile, sirve no solo para mostrar una vez más la dramática situación de falta de mínimas libertades que viven los ciudadanos de la isla, sino también para dejar en evidencia las contradicciones de la política exterior del Presidente Gabriel Boric. Las palabras del secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, que salió rápidamente en defensa de Cuba echándole la culpa al “bloqueo criminal” de Estados Unidos, serían solo otra anécdota de tergiversación o negación de la realidad de ese partido de no mediar la influencia que ejercen en el Gobierno del que forman parte, la que ha provocado un giro de la línea que ha tenido nuestra Cancillera de clara condena a la dictadura cubana.

Para perplejidad de quienes lo escucharon, Carmona agregó que:

“Cuba nunca ha dicho que todos quienes habitan en Cuba son mil por mil partidarios de tal o cual formulación gubernamental. Eso forma parte de una elemental democracia. En segundo lugar, otras veces ha pasado lo mismo y los tratamientos son los correctos y ellos vuelven a Cuba o vuelven al país donde se quedaron”.

Aunque resulte manifiesto, cabe aclarar, en primer término, que los atletas no se “quedaron”, sino que se escaparon del control de dirigentes cubanos. Además, el concepto de democracia va mucho más allá de ser o no partidarios de tal o cual “formulación gubernamental”. Ello exige elecciones libres; un sistema de partidos abierto y no el monopolio del partido único; prensa libre y diversidad cultural y, en general, libertades políticas, económicas y sociales, todas las cuales están ausentes en Cuba. Para qué mencionar el aparato de represión policial existente para castigar a cualquiera que se salga de la línea ideológica oficial dispuesta por las autoridades cubanas.

Si el presidente Boric pretende colocar en el centro de la política exterior de su gobierno el respeto a los derechos humanos planteando “que demandará su irrestricto respeto sin importar quién los vulnere”, resulta incoherente con ello su silencio frente a las violaciones a esos derechos en Cuba, las que están documentadas de forma categórica hace décadas y acerca de las cuales no es posible admitir desconocimiento. Es en realidad difícil entender la evolución del mandatario chileno respecto de Cuba. Si en 2016, al morir Fidel Castro, el entonces diputado Boric expresaba en Twitter “mis respetos, comandante”, años después, cuando disputaba la primaria presidencial con Daniel Jadue, procuró mostrar distancia de este y apoyo a los manifestantes que en 2021 protagonizaron masivas protestas en la isla.

Luego de asumir el poder, sin embargo, tanto él como su gobierno han evitado condenar a esa dictadura y sus acciones represivas.

Así, en su último discurso en la ONU y a la salida de su reciente reunión con el presidente Biden en Washington solo reclamó el fin del bloqueo y que se saque a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, sin hacer referencia alguna a la falta de libertades en la isla y a las violaciones a los derechos humanos.

Esta contradicción fue resaltada por Rosa María Payá, una de las principales figuras opositoras al régimen cubano, quien le recordó al presidente Boric que:

“solo el año 2021 se reportaron 83 muertes atribuidas al Estado cubano, al menos cinco ejecuciones extrajudiciales, la mayoría jóvenes”.

Y agregó que los:

“cubanos viven todos los días bajo el terrorismo de Estado de un régimen que abolió todas sus libertades, incluyendo la posibilidad de expresarse libremente, la libertad de prensa y las libertades económicas”.

Cabe esperar que se acoja el amparo de los deportistas cubanos y que este episodio sirva para que el Gobierno condene sin vacilaciones la violación a los derechos humanos en Cuba.

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