Carta La Tercera, 25.04.2019 Fabio Vío, embajador (r) y Director Ejecutivo de Ceperi
Es indudable que el retiro definitivo de Chile de la ineficiente, agónica e ideologizada Unasur, ha producido inquietud en algunos círculos vinculados a la ex Nueva Mayoría. Hay que recordar que los principales impulsores de la creación de la máquina más burocratizada de la región fueron Chávez y sus pares ideológicos.
Evidentemente, los principios y objetivos establecidos en su estatuto eran plausibles y positivos; lo mismo podría decirse de la Constitución Política de la República Bolivariana de Venezuela. Sin embargo, en ambos casos fueron letra muerta, y la fuerza e influencia del Foro (el de Sao Pablo), y sus verdaderas intenciones políticas terminaron por destruir todo.
Se ha llegado a señalar que la creación de Prosur fue tomada a la “ligera”, que está ideologizada y su iniciativa no consultada. ¿Ideologizada por estar hoy América del Sur en su mayoría con gobiernos de centro y de derecha? Si es así, no podría crearse o modificarse nada. Lo mismo se dijo de la Alianza de Pacifico, y hoy, a pesar de la llegada de López Obrador, no se ha disuelto.
Considerar la falta de consulta y atribuir ligereza a decisiones de la mayoría de los presidentes de países de América del Sur es, por lo menos, una aseveración delicada y grave, que merece sin duda mayor análisis.
