Carta El Mercurio, 25.03.2019 Fabio Vio Ugarte, embajador (r) y director ejecutivo de CEPERI
Un patrimonio importante que tiene Chile como República es la dignidad que representa el cargo de Presidente de la República. Esto se debe, en parte, por la fuerte influencia francesa en la formación de todo nuestro sistema institucional, la cual coloca como principio esencial el respeto por quienes ejercen o han ejercido esta función.
Sin embargo, también ha sido fundamental, independientemente de su orientación política, el concepto de soberanía nacional y de patria de quienes han asumido el mando de la nación a través de la historia.
Las declaraciones emitidas por el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle a la salida del reciente almuerzo ofrecido por el Presidente Piñera en honor del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, son una muestra de esta realidad. La seriedad y peso de ellas, colocando los intereses nacionales y la razón de Estado por sobre opiniones personales o políticas, nos deben llamar a reflexionar a todos los chilenos en momentos en que se perciben en el país señales de una delicada polarización e intolerancia.
Estos gestos, sin lugar a dudas, son de una especial relevancia, pues nos demuestran que Chile, a pesar de estas señales y actitudes incomprensibles, posee una reserva moral, que es uno de los seguros de nuestro sistema republicano.
