La defensa de América como productor de alimentos

Columna
Infobae, 11 de Agosto de 2021
Felipe Frydman, economista argentino, ex embajador y consultor del CARI

Los Ministros de Agricultura del continente consensuaron un documento resaltando la importancia de la agricultura, el respeto a un comercio regido por normas multilaterales, la soberanía del consumidor y el desarrollo de tecnología e infraestructura

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que la pandemia agregó 161 millones de personas a los 650 millones que carecían de alimentos suficientes en 2020 y que 3.000 millones no pueden acceder a una alimentación sana. El discurso fue pronunciado en la Pre-Cumbre de Sistemas Alimentarios que tuvo lugar en Roma los días 26, 27 y 28 de julio como antesala de la Cumbre que tendrá lugar en Nueva York en septiembre coincidiendo con la reunión de la Asamblea General. El papa Francisco envió un mensaje acusando a empresarios y trabajadores agropecuarios de explotar la naturaleza al punto de convertirla en un desierto simbolizado en el verso “expandiendo no solo los desiertos de la tierra, sino también los desiertos espirituales”.

El objetivo de la Cumbre fue analizar las posibilidades de cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ADS) aprobada en 2015, que prevé en su punto 2 terminar con el hambre al final de la década. En esta oportunidad, la Cumbre no sólo se atacó la problemática del hambre, sino que también consideró la malnutrición, la revisión de los sistemas de producción de alimentos, el impacto en el medio ambiente y la biodiversidad.

Las cifras señalan que pobreza y la desnutrición a nivel global descendieron en las últimas décadas hasta 2014. Las Naciones Unidas estimaron en 691 millones las personas con problemas de nutrición en 2019, que corresponde al 8,9% de la población mundial. El informe “El futuro de los alimentos y la agricultura” afirma que la producción agropecuaria se triplicó entre 1960 y 2015 debido a la introducción de nuevas tecnologías como producto de la Revolución Verde y una expansión en el uso de los recursos naturales. En el mismo período hubo un notable proceso de industrialización y globalización de la agricultura.

El informe GRFC 2021 dice que 155 millones se encuentran en situación de emergencia, con un aumento de 20 millones respecto al período anterior a la pandemia. El documento agrega que la mayoría se encuentra en países en situaciones de conflicto como Afganistán, Sudán, Yemen, Zimbabwe, República Centroafricana, Etiopía y República Democrática del Congo; 63% en África, 29% en Asia del Sur y 7% en América.

Los papeles preparados para la reunión parecieran culpar a agricultura del problema del hambre y la desnutrición en vez de enfocarse en las causas políticas que frenan el aumento de la eficiencia en la producción agrícola y los conflictos bélicos que impiden el acceso de la población a los alimentos. Países como India, Bangladesh e incluso China entre otros demoran la modernización de su agricultura para contener una urbanización que será inevitable por los cambios demográficos y de costumbres destinando ingentes recursos a las políticas de subsidios. Esta situación se repite también en África, donde se suma la inestabilidad de los enfrentamientos armados.

Los Ministros de Agricultura de América, en una acción que contrasta con las disputas ideológicas, coordinados por el Instituto Interamericano para la Agricultura (IICA) consensuaron un documento denominado “Visión de las Américas”, donde se pide el respeto a la diversidad de las regiones. El documento contiene 16 mensajes resaltando la importancia de la agricultura, el respeto a un comercio regido por normas multilaterales, soberanía del consumidor, desarrollo de tecnología e infraestructura y la contribución de América como proveedora de alimentos.

El Secretario General Guterres para ganar notoriedad terminó metiendo en la misma bolsa el hambre, desnutrición, obesidad, cambio climático, biodiversidad, tecnología, comercio y desigualdad que acaban por enredar la discusión sin ofrecer ninguna solución. Este año presenciará la Cumbre de Cambio Climático en Glasgow, la Cumbre de Biodiversidad (COP15) en Kunming y la OMC MC12 en Ginebra que constituyen ámbitos específicos de discusión. Para completar la ambición de Guterres solo faltaría convocar a una Cumbre de Dietólogos para elaborar un catálogo universal para evitar la obesidad.

La convocatoria a la Cumbre constituyó un error. La FAO es el ámbito donde, con respaldo científico, se pueden discutir los problemas de la producción de alimentos y evitar su contaminación con mesianismos que esconden objetivos políticos detrás de la justa bandera de cumplir con la Agenda 2030. El mensaje de los Ministros de Agricultura de América representó un esfuerzo de coordinación que merece destacarse para defender la especificidad del continente como productor de alimentos para el mundo.

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