Reeportaje El Nacional, 25.11.2016 Hernán Lugo-Galicia
“El gobierno está en el diálogo a regañadientes, a juro”, alertó Jesús Torrealba, quien denunció el plan del Ejecutivo de propiciar la “violencia política abierta”
Por ahora no hay cambio: el 6 de diciembre se mantiene como la fecha del tercer encuentro de la mesa de diálogo, luego de que Nicolás Maduro echara para atrás ante José Luis Rodríguez Zapatero su decisión de pararse de la mesa porque la Asamblea Nacional debatió el caso de los narcosobrinos.
La jornada de ayer se caracterizó por reuniones entre mediadores y representantes de la MUD, en un intento por calmar la molestia entre los opositores por la actitud del ex presidente español frente a Maduro, al no encararlo sobre el porqué incumple los compromisos del 11 de noviembre. “Le exigimos seriedad a Rodríguez Zapatero el miércoles en la noche”, dijo el secretario general de Primero Justicia, Tomás Guanipa.
La reunión de mediadores, Nunciatura y Mesa de la Unidad Democrática fue polémica. “Dura”, según Guanipa. “Maduro sacó el tema de los narcosobrinos como excusa para no cumplir los acuerdos. Es una doble moral. Es una vergüenza la actitud de Maduro y de Rodríguez Zapatero. Él fue quien dijo a la MUD: ‘El gobierno se levanta por el debate en la Asamblea. El presidente está indignado’. ¿Y es que el juicio es falso? Rodríguez Zapatero no viene a Venezuela a celebrar cumpleaños, sino a facilitar una salida electoral. No viene a reírse con el presidente; por eso, le reclamamos que pidiera a Maduro que acatara lo acordado, como la liberación de los presos políticos, el canal humanitario, reconocer al Parlamento y escoger al Consejo Nacional Electoral”.
Ante la jugada de Miraflores, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, propuso debatir la agenda electoral el 6 de diciembre. “Si no hay resultados, ¿qué valor tiene este proceso? Queremos la agenda electoral. Si no hay resultado sería la última reunión del diálogo. Si Rodríguez Zapatero va a seguir con sus gestiones como mediador, tiene que ser serio”.
En la búsqueda del porqué Maduro cambió de actitud, el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, encontró la razón: “El gobierno está en la mesa obligado por la circunstancia y por la comunidad internacional. Evidentemente está en el diálogo a regañadientes; está a juro”. De ahí que expresó su preocupación por las consecuencias: “El gobierno no quiere elecciones y negó el referéndum revocatorio. Este gobierno, que condena al pueblo al hambre, a la inflación más alta del mundo, a la falta de medicinas y al terror del hampa, nos quiere condenar a la violencia política abierta”.
En Twitter, Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, acusó a Maduro de evadir las responsabilidades del diálogo: “Lo único cierto es que el gobierno no ha cumplido con ninguno de los compromisos que asumió en la mesa de diálogo, y ahora dice que no asumió ninguno”.
El Dato
El gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, manifestó: “Ramos Allup tiene la mayor responsabilidad para que la MUD continúe en el diálogo. Es el presidente de la Asamblea que reúne a los partidos de oposición y tiene mayor experiencia y trayectoria política. La oposición tiene dos posiciones: una ante la opinión pública y otra en el diálogo. Crearon falsas expectativas en sus seguidores, pero que no pueden cumplir, porque nunca fueron planteadas como adelantar las presidenciales o el revocatorio”.
