Entrevista (Jorge Faurie, embajador de Argentina en Chile) La Tercera, 25.05.2024 Fernando Fuentes
A casi cuatro meses de haber sido designado en el cargo, para el excanciller de Mauricio Macri no se trata de su primera misión en Chile. A comienzos de los 90 estuvo como número dos de la embajada, cuando era encabezada por el polémico diplomático Óscar Spinosa Melo. En entrevista con La Tercera, Faurie se refiere a ese episodio, así como al caso de Galvarino Apablaza, la relación bilateral, el estilo de Milei y, por cierto, a la actual crisis diplomática entre su país y España.
Jorge Faurie celebró este jueves el 214° Aniversario de la Revolución de Mayo en su calidad de embajador de Argentina en Chile. En la residencia oficial de Vicuña Mackenna 41, el excanciller en el gobierno de Mauricio Macri pasó revista a lo que ha sido su breve, pero intensa gestión.
Nombrado en el cargo el 23 de enero pasado por el gobierno de Javier Milei, recién el 28 de marzo presentó sus cartas credenciales ante el presidente Gabriel Boric. Ello, luego de protagonizar dos semanas antes un incidente con funcionarios de Chile en el Complejo Internacional Cristo Redentor, ubicado en el Paso Los Libertadores.
Según reportó entonces El Mostrador, el diplomático lanzó la polémica frase: “Mi país ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer”. “Si salió o quedó así, obviamente, todas mis disculpas”, matizaría después en declaraciones a Radio Bío-Bío.
En medio de los festejos en la residencia oficial, la misma que desde 2002 es monumento nacional, y en los que participaron entre otras autoridades el canciller Alberto van Klaveren, Faurie conversó con La Tercera para analizar lo que ha sido su gestión, la relación bilateral, la administración de Milei y, cómo no, la crisis diplomática que enfrenta a los gobiernos de Argentina y España, entre otros temas.
Aunque reconoce que tras presentar sus cartas credenciales “me fui en el mismo día y volví hace tres semanas, cuatro semanas”, para Faurie, de 72 años, se trata de un retorno. Con Carlos Saúl Menem como presidente de Argentina, el diplomático ya había aterrizado en Santiago en 1989, cuando asumió como ministro consejero, lo que implicaba ser el número 2 de la embajada dirigida entonces por Óscar Spinosa Melo, el mismo que dejó el país en 1991 en medio de un escándalo de sexo, drogas y supuestas extorsiones, según consignó la prensa de la época.
Sobre este retorno, señala:
“Para mí es obviamente interesante por la importancia que tienen las relaciones entre Argentina y Chile, por todo el universo que hay, y sobre todo, lo veo rico y valioso frente al hecho de que yo estuve acá hace más de 30 años, cuando las relaciones estaban en un momento medio complicado, el fin de Pinochet, la democracia argentina tenía ya algún tiempo de haber sido recuperada. Fue muy rico aquel periodo, aprendí mucho como el segundo de la embajada”, recuerda.
Faurie no elude los comentarios sobre el polémico paso de Spinosa Melo por Santiago. El entonces embajador debió abandonar su cargo y recibió una sanción disciplinaria de exoneración en junio de 1993, dejando de recibir sus haberes como diplomático en situación de retiro, tras un sumario que lo acusaba de haber violado los deberes de conducirse en forma honorable pública y privadamente, y de observar una conducta pública y privada ajustada a la más estricta honorabilidad en su actuación social y económica. El caso fue consignado en el libro Impunidad diplomática, del periodista chileno Francisco Martorell. La Corte Suprema argentina le revocó la sanción en 2006.
“Spinosa tuvo un accionar destacado en términos de la embajada, en eso debo reconocer; él me dejó, yo era el segundo, me permitió trabajar a mí sin ninguna interferencia”, reconoce Faurie. “Él era de la primera camada del Servicio Exterior que ingresa por concurso. Y él no era de los peores alumnos, de una camada de una treintena. Pero él tenía una personalidad, era una persona que creo que no había sido querida suficientemente por sus padres y andaba siempre en busca de ser querido”, comenta sobre el defenestrado diplomático argentino.
En 2017, cuando a sus 65 años Faurie pasó de ser embajador en Francia a convertirse en el primer diplomático de carrera en asumir como canciller de Argentina en 30 años, el entonces jefe del Gabinete de Ministros del gobierno de Mauricio Macri, Marcos Peña, no escatimó en elogios al anunciar el nombramiento del abogado nacido en Santa Fe.
“Jorge Faurie es el diplomático número uno en el ranking de diplomáticos argentinos y creemos que, en la tarea de fortalecer el equipo de política exterior, es importante dar esta señal a los diplomáticos argentinos de que pueden liderar”, dijo Peña en esa oportunidad.
“No me gusta atribuírmelo. Un petizo que se atribuya el número uno queda pretencioso. Pero no, tuve la suerte de haber sido canciller en el gobierno de Macri, he tenido la embajada en Francia, la embajada en Portugal, ahora la embajada en Chile. Y he tenido muy buenos puestos. Fui negociador del tratado del Mercosur en los años de Alfonsín, en el 85-86, fui el primer director después del Mercosur. Fui director de América del Sur, o sea, tienen valor”, lanza sin tapujos.
Por lo mismo, por esa trayectoria destacada como diplomático, llamó la atención el incidente que protagonizó a poco de arribar a Chile como embajador. El 15 de marzo, en el Complejo Los Libertadores, durante una reunión entre diplomáticos y autoridades argentinas y chilenas, Faurie habría lanzado palabras poco amables hacia los personeros nacionales y desconocido la figura del delegado presidencial provincial de Los Andes, según consignó entonces El Mostrador.
“Mi país (Argentina) ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer”, habría sido una de las expresiones dirigidas a la delegación. “El Estado chileno acostumbra a crear figuras de representación, en especial esta de delegado, ¿qué es eso?, ¿qué es un delegado? Nuestro gobierno no reconoce tal cargo y no le atribuye ninguna importancia ni validez a la misma”, habría dicho también.
La situación derivó en una nota desde Cancillería al diplomático. “Si salió o quedó así, obviamente, todas mis disculpas”, matizaría después en declaraciones a Radio Biobío.
“A ver, fue una frase poco feliz, no fue la adecuada, realmente, en una mesa de negociación. No era para que tomara tanta divulgación pública, pero bueno, forma parte a veces del oficio, que ciertas cosas que uno dice puedan caer mal”, comentó Faurie a La Tercera. “En la Cancillería me lo mencionaron de una manera muy elegante, no fue una recriminación”, agregó.
“El embajador Faurie dio las explicaciones del caso y, lo más importante, presentó disculpas públicas. Él además ha rectificado varias de las frases que se le han atribuido y yo creo que no hay más que comentar al respecto”, recalcó el canciller Van Klaveren tras el incidente, y agregó que el impasse “hay que darlo por superado”.
De cara a los desafíos que se ha planteado durante su gestión, Faurie cita el de los pasos fronterizos, tal como lo recalcó en su discurso por el 214° Aniversario de la Revolución de Mayo.
“A ver, nosotros tenemos 78 pasos. Pero de esos 78 hay 21 que están habilitados. Pero la gente cree que están habilitados siempre. Y no es así. De los pasos que están habilitados siempre son cinco. Entonces, tenemos que hacer un trabajo mucho más activo, más comprometido para mantener los pasos que son la integración fronteriza. La integración fronteriza en la cual nosotros queremos salir al Pacífico. La integración fronteriza que está hecha de que nosotros suministremos energía a Chile, gas, petróleo”, comenta a este medio.
Otra de las actividades que marcarán la gestión de este año del diplomático es el 40 aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, del 29 de noviembre de 1984, que finalizó el conflicto del Beagle, que llevó a ambos países hasta el borde de la guerra en diciembre de 1978.
“Marcar esto es extremadamente relevante. Habilitó a partir de ahí un período de complementación entre Argentina y Chile extraordinariamente importante. La cantidad de inversiones que Chile ha hecho en Argentina, sobre todo en los años 90 y de ahí al principio de los 2000, es extremadamente relevante. El comercio bilateral que tenemos, extremadamente relevante. Son 7 mil millones de dólares. O sea, podría ser mucho más. Y es en áreas estratégicas”, destaca.
Relación bilateral y Apablaza
-¿Cómo definiría la relación bilateral actual, considerando que ya durante la campaña hubo algunos roces entre el entonces candidato Milei y Boric? ¿Cree que eso ha pesado en la relación o no?
Yo creo que forma parte de lo que son las campañas electorales y que los líderes políticos de ese momento marcan algunos puntos, haciéndolo a veces muy pronunciados frente a la opinión pública. Pero como usted ha visto, el presidente Boric no dudó un minuto de ir a la transmisión del mando de Milei el 10 de diciembre. Y de ahí para acá hemos tenido ya, como lo mencioné en el discurso, cinco o seis reuniones de peso y vamos en el quinto mes recién. Entonces, creo que las relaciones tienen una comprensión de que, aunque las ideologías son distintas, tenemos mucho en común.
-En abril, durante su visita a Santiago, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, le entregó un informe a la ministra de Interior, Carolina Tohá, sobre la supuesta presencia del grupo libanés Hezbolá en Chile. “Son cosas que conocemos y bastante generales”, respondió esta última. ¿Qué pasó ahí realmente?
Nosotros no sabemos qué es lo que Chile tiene en su poder. La ministra Bullrich vino y compartió una información que le pareció relevante, a la cual Argentina le está prestando mucha atención. Nosotros tuvimos un hilo témpore en los años 70 de guerrilla y activismo, que siempre fue una marca en la sociedad de Argentina. Ahora había un accionar de narcotráfico vinculado con una especie de accionario guerrillero, etc. No sabemos qué es lo que Chile sabe de eso. Si lo tiene, mejor.
-Respecto a la presunta extradición desde Argentina de Galvarino Apablaza, sindicado como el autor intelectual del homicidio del senador y fundador de la UDI, Jaime Guzmán Errázuriz, tanto Milei como Bullrich han anunciado gestiones en ese sentido, si bien es un proceso radicado en la justicia. ¿Hay algún tipo de intervención de parte del Ejecutivo argentino en este sentido?
No correspondería. La justicia está actuando. Creemos que actúa en los tiempos normales. No es que lo tiene demorado, escondido, tapado. No. En los tiempos normales. Está evolucionando y estamos esperando. Está en la justicia y lo que sigue es la evolución del caso en la justicia. Es obviamente un tema de interés en la relación bilateral. La ministra Bullrich recogió acá, en distintas instancias, la inquietud que tienen ustedes por el caso de Apablaza. Y sabemos la importancia que tiene para Chile.
-Y de acuerdo con su experiencia, ¿esto es un proceso largo?
En la Argentina la justicia es larga. No es así de un día para el otro. Existe justicia.
-El mes pasado Milei se anotó su primer tanto en el Congreso con la aprobación de la ley ómnibus, que lo habilita para privatizar empresas del Estado y flexibilizar las leyes laborales. ¿Cómo ve al gobierno de aquí en adelante?
Yo creo que el presidente Milei recibió un mandato muy claro de la sociedad, el 55% del voto, que esperaban cambios y que no confiaron en las propuestas que le hacían los partidos más tradicionales o históricos, sea el radicalismo, sea el peronismo u otros. Y él va implementando, como todo dirigente o gobernante, testeando las aguas de la población, la opinión pública, cómo puede avanzar. Pero decididamente, a los argentinos estamos claros que el país tal cual lo veníamos llevando adelante no resistía mucho más. Son veintitantos años de que la economía argentina fue decayendo muchísimo. Y los argentinos también quieren un cambio. Cuando vienen los cambios, todo el mundo quiere que el cambio empiece con el de al lado, no con el propio, pero forma parte de la visión de que tiene que haber cambios.
-Como diplomático, ¿qué tan grave le parece la crisis entre Argentina y España por los ataques de Milei a la esposa de Pedro Sánchez?
Es un hecho al que hay que prestarle atención. Creo que siempre nos fijamos en lo que contestó Milei, pero no nos fijamos en lo que se dijo inicialmente, cuando se mencionó que Milei hablaba habitualmente bajo el efecto de sustancias. Es fuerte. Creo que no era para darle la trascendencia, y me parece que el presidente Milei no le quiso dar la trascendencia. Ahora, España tiene un compromiso enorme económico con Argentina. Las inversiones españolas son muchísimas, muy significativas. Superado este momento de fricción, después creo que va a haber su canalización a un apropiado nivel.
-¿Cuánto puede tardar en solucionarse esta crisis?
Yo creo que va a llevar algunos meses, por lo del retiro de la embajadora española de algún modo, porque Milei no retira a nuestro embajador. Entonces, va a llevar un poquito.
-¿Cree acertado que Milei confirmara un nuevo viaje a España?
Él va, sí. Porque él no tiene una opinión, digamos, negativa o mala de la sociedad española. Tiene una discusión en este momento con alguna de las figuras dirigentes. Punto.
-El miércoles, Milei protagonizó un llamativo acto en el Luna Park para lanzar su último libro. ¿No es común ver este tipo de actuaciones de los presidentes?
El presidente Alfonsín hacía actos en el Luna Park.
-Sí, pero me refiero al show donde incluso Milei cantó junto a una banda de rock.
Ah, bueno. Porque la gente se identifica más. Antes usted no tenía una banda de rock en una fiesta diplomática de un día nacional. Ahora forma parte más del acontecer.
-Diría que Milei va más con los tiempos.
Sí. Tiene una lectura, sobre todo con la gente más joven. Estarán a favor, en contra, pero lo entienden. Ven qué es eso. Quizás el sector de mayor edad lo vean crítico frente a lo que serían sus referencias de cómo se hacía la política previamente.