Carta El Mostrador, 20.11.2015 Ricardo Santana Friedli, Magister en Estrategia Internacional y Política Comercial (U. de Chile)
Este domingo será un día histórico para la Argentina y si las últimas encuestas están en lo cierto también lo será para toda la región. El próximo 22 de noviembre va a ser la primera vez en la historia de ese país en que habrá balotaje presidencial el cual terminaría con los 12 años de gobierno kirchnerista (Néstor Kirchner entre 2003-2007 y Cristina Fernández de Kirchner entre 2007-2015), porque si bien en caso de ganar el candidato oficialista Daniel Scioli, este en los últimos meses ya se ha desmarcado del kirchnerismo puro. En caso de obtener la victoria el opositor Mauricio Macri del cual las encuestas dan por vencedor por una diferencia de 11 puntos, supondría un cambio de rumbo para el país en lo que se refiere a la política exterior. Así lo han anunciado Diego Guelar y Fulvio Pompeo, sus principales asesores en asuntos internacionales en sus “Reflexiones sobre los desafíos externos de la Argentina: Seremos afuera lo que seamos adentro” documento publicado a principios de año. En él se hace una dura crítica a la actual política exterior que lleva la Argentina proponiendo un giro hacia una mayor apertura con la Unión Europea y una real convergencia con la Alianza del Pacífico, en especial énfasis hacia Chile por la necesidad de una visión bioceánica por la importancia que ha jugado para la economía mundial el Asía-Pacífico.
Macri lo haría mediante una alianza estratégica con Brasil para luego iniciar conjuntamente conversaciones de unidad de la cual posiblemente se unan Paraguay y Uruguay, ambos miembros observadores de la Alianza del Pacífico y que han mostrado interés en obtener un mayor acercamiento. No obstante, una iniciativa como está lograría efectos negativos tanto para Venezuela y Bolivia, países que han referido al bloque compuesto por los cuatro países de mantenerse muy cercano a los intereses norteamericanos y con intenciones de resucitar el extinto acuerdo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Sin embargo, cualquier intensión real de acercamiento supondría beneficios para los dos bloques que hasta ahora han mantenido relaciones armónicas pero cada dándose la espalda y mirando hacia su propio océano. El informe “La Alianza del Pacífico y el MERCOSUR: hacia la convergencia en la diversidad” publicado por la División de Comercio e integración de la Cepal para la Cumbre de Alto Nivel realizada en Santiago de Chile el año pasado expone que México, Colombia y Chile, por el lado de la Alianza, y Brasil y Argentina por el lado del Mercosur son los países que poseen mayores grupos de industrias con potencial de comercio intraindustrial, permitiendo mayores posibilidades de insertarse en cadenas de producción subregionales, permitiendo además integrar a otros países. La estimación que hace la Cepal con datos dele 2013 expone que la estimación comercial intraindustrial entre ambos bloques alcanzaría un poco más de 8.000 millones de dólares, el equivalente a 17% del total del comercio entre ambos bloques.
De esta forma, un giro de tal magnitud daría nuevos aires de renovación al Mercosur que se ha visto afectado por una serie de crisis económicas como políticas. En la última entrevista realizada por Andres Oppenheimer a Diego Guelar, este último propone la suspensión de Venezuela del Mercosur en la próxima cumbre del bloque en diciembre en caso de existir fraude en las próximas elecciones parlamentarias de Venezuela a realizarse el próximo 6 de diciembre o en caso que los presos políticos no sean liberados (incluyendo el líder opositor Leopoldo López). Por ahora no queda nada más que esperar los resultados del próximo domingo en que el destino de Argentina y el rumbo de la región están en juego.
