‘Liberarse de La Haya’

Carta
El Mercurio, 07.12.2022
Mariano Fernández Amunátegui, político DC y ex ministro de RREE

Hernán Felipe Errázuriz, en su columna del sábado, propone “liberarse de La Haya”, con el argumento de no “seguir exponiendo nuestra soberanía y conflictos con otros Estados a lo que resuelva la Corte de La Haya” y critica a la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

La CIJ es el máximo órgano judicial de las Naciones Unidas. Sus fallos son inapelables; a ella estamos obligados a concurrir por el Pacto de Bogotá, acordado en 1948, con el objeto de resolver diferendos entre los países del continente, mediante un tribunal independiente y así rebajar tensiones y conflictos en la región.

Desde entonces, Chile ha sostenido cinco contiendas con países vecinos que han sido resueltas por decisiones de tribunales diversos:

1. 1966, disputa de límites en Palena, con Argentina. Tribunal designado por la soberana británica, con árbitros británicos. Resultado satisfactorio, algo así como un empate;

2. 1978, disputa sobre soberanía de las islas en el canal de Beagle, con Argentina. Tribunal designado por la soberana británica, con árbitros de la CIJ. Resultado exitoso para Chile;

3. 1994, controversia sobre la Laguna del Desierto con Argentina. Tribunal de árbitros latinoamericanos designados de común acuerdo entre las partes. Resultado: derrota completa de la posición chilena

4. 2014, diferendo sobre la frontera marítima, con el Perú ante la CIJ. Resultado exitoso para Chile, una concesión marítima al Perú, pero confirmación de toda la argumentación jurídica de Chile, con efecto definitivo sobre el límite con Perú;

5. 2018, obligación de negociar con Bolivia una salida al mar ante la CIJ. Resultado: triunfo total de la posición chilena; y

6. 2022, conflicto sobre el río Silala, con Bolivia ante la CIJ. Resultado: la Corte confirma en su totalidad la argumentación chilena de que se trata de un curso de agua internacional.

En síntesis, cuatro resultados positivos, con resoluciones de los jueces de la CIJ; uno satisfactorio, con decisión de jueces británicos; y uno negativo, con sentencia de jueces latinoamericanos.

Por lo tanto, se puede sostener que hemos sido exitosos en nuestras contiendas relacionadas con la CIJ. En ese sentido, considero que decisiones como las que propone Hernán Felipe no necesariamente nos conducirán a una mejor defensa de nuestra soberanía.

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