Carta La Tercera, 19.08.2024 Ricardo Concha Gazmuri, embajador (r)
La propuesta del presidente Lula, en cuanto a la realización de nuevas elecciones en Venezuela, aparte de ser contraproducente con el objetivo buscado, resulta democrática y moralmente insustentable. Desde un inicio se sabía que Lula no era un árbitro adecuado para “intermediar” en el escandaloso fraude electoral cometido por Maduro. Su gobierno depende del PT y dicho partido ha sostenido que las elecciones en Venezuela fueron “democráticas y soberanas”. Algo parecido a lo que aquí ocurre con el PC.
Por lo anterior, el presidente Boric debe pasar de las declaraciones a los hechos. Si bien las declaraciones, sobre todo las multinacionales, son necesarias, ya no basta con seguir esperando las actas o no reconociendo el insidioso y autoproclamado triunfo de Maduro. Corresponde ahora intensificar la presión política reconociendo el triunfo de González Urrutia y reiterando nuestro incondicional respaldo a la democracia y al respeto a los derechos humanos en Venezuela. La objetividad y seriedad que reviste la confirmación del triunfo de González por parte del Centro Cárter, la OEA y la ONU, debería ser suficiente para justificar ese paso.
Por último, queda claro que condicionar el reconocimiento de Chile a las ineficaces tratativas que llevan adelante países cercanos a la dictadura venezolana, no resulta práctico ni esperanzador. Además, reconocer oficialmente el triunfo de González en nada perturbaría esas negociaciones y sí consolidaría la solidez y seriedad de la postura chilena.