Mar para Bolivia. ¿Un tema pendiente?

Entrevista (Andrés Guzmán Escobari, diplomático y columnista boliviano)
Revista Realidad & Perspectivas, N*101 (noviembre 2021)

El 5 de noviembre pasado, el conocido analista internacional boliviano Andrés Guzmán Escobari planteó, en el diario Página Siete, que el tema de una salida soberana al mar para su país seguía pendiente. Agregó que el temor a esa vigencia impedía al gobierno chileno adherir a ciertas convenciones multilaterales, como el Acuerdo de Escazú. Sobre esa base, Realidad & Perspectivas interrogó vía telefónica al autor.

 

¿No cree usted que el fallo de La Haya de 2018 terminó definitivamente con el problema entre Bolivia y Chile, respecto a una salida soberana al mar?

– No. El fallo terminó con el asunto sobre la obligación jurídica de negociar un acceso soberano al mar. Según la Corte Internacional de Justicia, no habría ninguna obligación de parte de Chile. Eso es lo que ha determinado el fallo y nada, absolutamente nada, sobre el derecho de Bolivia a tener una salida soberana al mar, tal como lo dice el mismo fallo. Durante los alegatos Chile dijo que Bolivia estaba confundiendo derechos con aspiraciones y que estaba demandando a Chile por una cesión de territorio, lo cual no es correcto. La Corte misma aclaró que el objeto de la demanda se refería exclusivamente a si existe o no una obligación de negociar, concluyendo que no existía. Entonces, eso es lo que se ha determinado y, en ningún caso, esto debe ser entendido como un impedimento para que continúen los diálogos y las aproximaciones, como dice el párrafo 176 del fallo.

 

– ¿Por qué cree usted que no ha terminado la posibilidad jurídica de Bolivia de seguir demandando a Chile?

– Existen quizás otras posibilidades jurídicas que han barajado durante el proceso que transcurrió desde que Evo Morales anunció la demanda, en 2011, hasta que finalmente se presentó en 2013. Había algunas alternativas como impugnar el tratado y otras que, desde mi punto de vista, no son posibles y no prosperarían. Pero las posibilidades están. Otro elemento es que, definitivamente, no existe un ambiente en este momento como para demandar a Chile. Sería inviable, impensable, que el gobierno plantee en estas circunstancias otra demanda contra Chile. Nadie la apoyaría y habría muchísimo rechazo a cualquier aventura jurídica. Aclaro que es así en este momento, porque tal vez en unos años más las cosas puedan cambiar. No se puede ni hablar ni pensar en una demanda por el mal sabor de boca que nos dejó el intento ante La Haya, que fue un fracaso monumental. Pero mi artículo no se refiere al ambiente que hay o no en Bolivia. Se refiere a que el gobierno de Chile ha construido un argumento para no firmar el Acuerdo de Escazú, en base al temor que tiene respecto a una posible demanda de Bolivia. Está bastante claro que existe en Chile, al menos en ciertas esferas del gobierno, un temor a que Bolivia vuelva a demandar. Al menos eso han dicho y está registrado oficialmente en los medios de comunicación, por el mismo presidente Piñera. Si esto es así, quiere decir que el problema marítimo sigue vivo, está presente y que es un asunto pendiente entre ambos países. Y no porque lo diga Bolivia, sino porque lo ha revelado el gobierno de Chile.

 

– ¿Existe alguna posibilidad de solución negociada sin demandar soberanía?

– Sin duda existe. Todo se puede negociar. Se pueden mejorar las condiciones de Bolivia de acceso al mar. De hecho, hay muchas cosas que se podrían hacer a partir, primero, del ferrocarril de Arica a La Paz, las condiciones de libre tránsito, los puertos, las tarifas portuarias, las facilidades para las faenas en puerto, las aduanas y las carreteras. Muchas cosas para facilitar y mejorar las condiciones de Bolivia hacia el mar, que también otros países pueden hacer, países con los que no tenemos un tema pendiente. Con Perú, de hecho, se está negociando mejorar las condiciones del Puerto de Ilo y se tiene que hacer también, yo mismo lo he propuesto, con los otros países. Pero eso no quiere decir que el problema de fondo se vaya a resolver porque este problema sigue siendo el acceso soberano de Bolivia al mar y no necesariamente en esos términos de “acceso soberano” sino de, tal vez, una costa marítima soberana como fue el lenguaje que se utilizó en las negociaciones de Charaña o una “salida soberana al Océano Pacifico”, como se utilizó en las notas de 1950. Diferentes conceptos o lenguajes, como el tema de la “cualidad marítima” o el “ideal portuario” que también fue uno de los conceptos utilizados a partir de los años 40. Son conceptos que van hacia la misma solución: dar a Bolivia una salida soberana al mar. Es un objetivo geopolítico que va un poco más allá de una solución jurídica o una solución política, pues engloba todo. Es una fuerza que está ahí viva, porque Bolivia necesita salir al mundo, necesita estar presente en las corrientes del comercio mundial.

 

– En definitiva, el tema de fondo subsiste.

– Bolivia va a persistir, más allá de lo que yo pueda decir o de lo que digan las autoridades. Volverá a surgir en el futuro cuando, por ejemplo, el tema del litio empiece a explotar más y el mundo necesite más litio. Entonces Bolivia obviamente quedará como un elemento importante en la geopolítica mundial. Por eso digo que el tema se tiene que resolver en el ámbito político, mediante una negociación y espero que en algún momento así sea. De todas maneras, va a seguir siendo un problema pendiente, que sigue afectando y generando cierta molestia o preocupación en la diplomacia chilena.

1 Respuesta

  1. Lamento esta entrevista a Guzmán, un genético y profundo anti chileno, que solo ayuda a incrementar los esfuerzos bolivianos por continuar con esa majadera aspiración de soberanía en el Pacífico que todo el mundo ya sabe que es inamistosa y jamás concedida.
    Si nosotros mismos, los chilenos, continuamos dándole ” luz al gas”, es obvio que ellos continuarán con su majadera actitud……luego…… por favor……cuándo dejaremos de ser HUEONES…es como si la clase periodística fuese masoquista….

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