Miles de chilenos se verán afectados por la anexión israelí de tierras ubicadas en Beit Jala

Carta
OpinionGlobal, 12.06.2020
Riad F. Saade, empresario libanés y cónsul honorario de Chile en Beirut

Restaurant de la familia Qaisyeh, en el Valle Al Makhrour, Beit Jala, destruido por el Ejército de Ocupación

El plan de anexión que hará efectivo Israel a partir del 1 de julio, con la venia de Estados Unidos, en el marco del denominado “Acuerdo del Siglo”, presentado en enero pasado por Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no es un problema lejano para los chilenos de origen palestino. Las principales áreas a anexar son el Valle del Cremisan y el Valle de Al Makhrour, en Beit Jala, ciudad de donde provienen la mayoría de los 500.000 descendientes palestinos que viven en Chile.

Beit Jala, será una de las ciudades más perjudicadas con este plan de anexión ilegal, ya que tanto Al Makhrour como el Cremisan, son zonas agrícolas, del cual tradicionalmente han dependido sus habitantes para poder subsistir, particularmente de las plantaciones de olivos en que son usados no sólo sus frutos (aceituna), sino que se emplean para fabricar aceite, jabones y la utilización de sus madera por parte de los artesanos palestinos.

Al Makhrour, es considerada un sitio Patrimonio de la Humanidad por UNESCO desde el año 2004, sin embargo, Israel, haciendo caso omiso a sus responsabilidades como Potencia Ocupante de Palestina, continúa cometiendo crímenes de guerra, desplazando a los palestinos de sus casas y destruyendo sus olivos, campos, escuelas y hospitales

Alrededor de 85% del muro de anexión está construido en el territorio palestino ocupado, en vez de estar emplazado en las fronteras previas a junio de 1967. Esto incluye la construcción en el Valle del Cremisan, donde Israel ya construyó el asentamiento ilegal de Har Gilo, que mira a la zona occidental de Belén.

En el Cremisan, se encuentra el Monasterio que le da el nombre al sector. Construido en el siglo VII por la orden salesiana para apoyar a los cristianos palestinos de la región, desde 1880 funciona como convento de las Hermanas Salesianas. El vino que ahí producen y almacenan es conocido como uno de los mejores de Palestina. Además, en el convento funciona una escuela a la que asisten más de 400 niños. El monasterio, su escuela y tierras de agricultura quedarían separados por el muro israelí.

Valle del Cremisan, con el monasterio de fondo, Territorios Palestinos Ocupados que serán anexados por Israel

En tanto, Al Makhrour no sólo tiene relación con la propiedad de la tierra, sino que representa un vínculo emocional muy fuerte con Beit Jala y sus residentes. También para los chilenos palestinos, que crecieron escuchando historias de sus abuelos y padres en ese apacible lugar. Es más, a modo de ejemplo en el Club Palestino de Santiago, existe una zona denominada con ese nombre, un equipo de futbol amateur y un restaurante en el tradicional barrio de Patronato.

Valle de Al Makhrour, en Beit Jala, que será anexado por Israel

En su visita oficial a Palestina, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, en junio de 2019, pudo escuchar los testimonios no sólo de los residentes de Beit Jala, sino de los chilenos de origen palestino, quienes le transmitieron su preocupación por la pérdida de sus tierras que generará este plan ilegal de anexión por parte del Estado de Ocupación.

Las medidas de anexión ya empezaron a concretarse con la confiscación de tierras del citado Valle, para la expansión de una carretera exclusiva para los colonos ilegales israelíes, que unirá los asentamientos ubicados en tierras ocupadas de Hebrón y Jerusalén.

Aunque Israel suele argumentar que esa infraestructura (carreteras de circunvalación, muros, vallas) se construye simplemente por razones de seguridad, en la práctica son un medio para imponer la anexión de facto del Territorio Palestino Ocupado para dar paso a más construcción de asentamientos, limitar el acceso de los palestinos y negar el derecho de Palestina a la autodeterminación.

Los planes de anexión de Israel, incluidos los que se indican a continuación para el oeste de Belén, se remontan a Plan Allon de 1967, pero se formalizaron en los mapas para el muro de Apartheid en 2002 bajo dos principios:

– Anexión “de jure”: El área de Al Slayeb, donde se encuentra el asentamiento de Gilo, y una parte importante del Valle de Cremisan, ya fueron anexadas oficialmente a Israel tras la aprobación por parte de la Kneset (parlamento israelí) de la Ley de Jerusalén del año 2017, que ratificó la expansión unilateral anunciada por el municipio de Jerusalén después de la ocupación en 1967 (2).

El tema del Valle de Cremisan se puso de relieve gracias al trabajo de la comunidad local, encabezada por las autoridades católicas, quienes se movilizaron para buscar el apoyo internacional de las iglesias y los políticos, contra la construcción del muro de Apartheid en el Valle. El apoyo incluyó varias visitas de alto nivel y conversaciones con las autoridades israelíes con parte de la Unión Europea, los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia, Italia y España. El Vaticano también planteó su preocupación a las autoridades de la Ocupación.

A pesar de las aprensiones expresadas por de la Comunidad Internacional sobre Cremisan, éstas no se tradujeron en medidas concretas, e Israel finalmente comenzó la construcción de una nueva etapa de su muro en agosto de 2015. Docenas de árboles fueron arrancados para construir el muro en la entrada al Valle de Cremisan.

Mapa de los Territorios Palestinos Ocupados por Israel que serán anexionados de manera ilegal

Además, para conectar los asentamientos con Jerusalén, se construyó un túnel en la zona conocida como Bir Onah, haciéndose parte de la Carretera 60. Aunque el camino actual del serpenteante muro, permite de manera limitada el acceso al monasterio, escuela y bodega de Cremisan, además de la propiedad de unas 50 familias palestinas de Beit Jala, Israel ejerce un control total sobre la zona y se teme que todo el Valle sea cerrado en caso del anuncio oficial de anexión del 1 de julio.

– Anexión “de facto”: Limitar el acceso de los palestinos, restringir su desarrollo, tomando el control de los recursos naturales palestinos, expandiendo los asentamientos israelíes y su infraestructura conexa, incluido el muro de Apartheid, allanó el camino para la anexión “de jure”. Este es el caso del Valle de Al Makhrour.

Al Makhrour volvió a la atención de los medios de comunicación, con la demolición de un tradicional restaurante de la zona, en agosto del año pasado, ocasión en la que los colonos israelíes se trasladaron a un terreno situado a pocos metros de la demolida propiedad y creó un nuevo puesto de avanzada de asentamiento colonial con el apoyo de la Fondo Nacional Judío (JNF).

El JNF es una organización que goza de un amplio apoyo y financiamiento de varios países occidentales y participa en la construcción de asentamientos israelíes en Territorios Palestinos Ocupados.

 

Piden ser más enérgicos

Desde la Comunidad Palestina de Chile, hacen un llamado al Gobierno a ser “más enérgicos y considerar tomar nuevas medidas que tengan por objeto mantener la vigencia de las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas que Chile dice reconocer”

El diputado y presidente del Grupo Interparlamentario Chileno-Palestino, Sergio Gahona también emplazó al Gobierno a actuar. “Ya no basta con declarar intenciones si éstas no van acompañadas de medidas concretas, como lo serían por ejemplo el efectuar una revisión de los tratados suscritos entre Chile e Israel, con el fin de especificar las fronteras reconocidas por Chile; limitar la importación de productos que provienen de asentamientos ilegales; y por cierto reflexionar las relaciones con Israel versus el supuesto deseo de mantener la arquitectura internacional actual que prohíbe, no solo el apartheid, sino que también la adquisición de territorio por la fuerza”, informó.

Ya se ven retroexcavadoras israelíes destruyendo milenarios olivos y albaricoques pertenecientes a la familia Abu Eid en la zona del Valle de Al Makhrour en Beit Jala, para tomárselos de manera definitiva y dar paso a carreteras y asentamientos exclusivos para los colonos. La anexión israelí afectará también a miles de otras familias chilenas originarias de la ciudad de Beit Jala, y todo sucede con el silencio cómplice de la Comunidad Internacional.

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