Artículo El Mercurio (Ed. Especial), 27.07.2018 Martín Vizcarra, presidente del Perú
La fortaleza de la relación entre el Perú y Chile radica en los valores fundamentales que compartimos y que guían nuestra visión de desarrollo. Coincidimos en que la consolidación de la gobernabilidad democrática y la promoción de la apertura de los mercados y el libre comercio son condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo equitativo y sostenible de nuestros pueblos.
La concordancia de valores y las ventajas concretas de la cooperación vecinal han permitido que la relación peruano-chilena gire en torno a los beneficios mutuos. El nuevo enfoque bilateral basado en la cooperación quedó plasmado en la realización en julio de 2017 del primer encuentro presidencial en compañía de nuestros respectivos gabinetes ministeriales. Posteriormente, he tenido la oportunidad de reunirme en Lima con el Presidente Sebastián Piñera en abril pasado, con ocasión de la celebración de la Cumbre de las Américas.
La fluidez del diálogo político está acompañada del fortalecimiento incesante de nuestra relación económica. Las inversiones recíprocas que no cesan de crecer, el comercio bilateral se incrementa con constancia, el flujo turístico aumenta cada año, cooperamos en el desarrollo de cadenas de valor y tenemos en ejecución decenas de proyectos de cooperación dirigidos a ofrecer mayor bienestar a los ciudadanos que residen en las zona de frontera. Todo ello se potencia con la participación activa de ambos países en el dinámico proceso de integración de la Alianza del Pacífico.
Ambos mandatarios presidiremos en noviembre próximo el segundo Gabinete Binacional que se llevará a cabo en Chile. La agenda del encuentro incluye programas de cooperación en desarrollo productivo e inclusión social, protección a las mujeres y poblaciones vulnerables, asuntos migratorios, medidas anticorrupción, cooperación policial, gestión de riesgos naturales y lucha contra los delitos transnacionales. La amplitud de la agenda de la reunión binacional refleja la multiplicidad de intereses que nos une y en los cuales continuaremos trabajando conjuntamente.
Hemos profundizado la integración fronteriza con visión de futuro y en beneficio del desarrollo de las poblaciones de la zona de frontera. Ahora tenemos un control integrado en los complejos fronterizos de Santa Rosa y Chacalluta para facilitar los intercambios migratorios, comerciales y turísticos y así generar mayores ventajas para la vida cotidiana de nuestras poblaciones.
Debemos trabajar juntos a largo plazo. Tenemos que complementar nuestras capacidades infraestructurales, industriales y económicas con miras al futuro. Es un requisito para proyectarnos en mejores condiciones hacia la región Asia Pacífico y los mercados globales. Un desafío clave es elaborar una agenda bilateral de productividad y competitividad que favorezca la integración de nuestras macro-regiones de frontera, en función a los intereses de los actores públicos, privados y de la sociedad civil.
También es un desafío fortalecer el papel de la cultura en nuestra relación bilateral. La cultura nos permite reconocernos a través de las memorias colectivas comunes y fortalecer el interés, respeto y aprecio mutuo entre nuestras sociedades. Una visión de futuro común demanda mayor inversión en iniciativas y acciones culturales, así como en la investigación y promoción de relatos constructivos. La literatura ya simboliza la amistad entre ambos países. Por eso el Perú participará como país invitado de honor en la 38° Feria Internacional del Libro de Santiago, con el lema “Perú, una maravilla en cada página”.
La integración entre nuestros países tiene una de sus expresiones más enriquecedoras en el aporte de los migrantes peruanos a la sociedad chilena. Su presencia significativa en distintos aspectos de la economía, la vida cultural y la gastronomía es una clara contribución a la productividad y al desarrollo.
En ese contexto, el Bicentenario de la Independencia del Perú el año 2021 será una oportunidad ideal para reforzar aún más la amistad peruano-chilena. Será una ocasión propicia para reconfirmar el enorme valor y la gran potencialidad de nuestra vecindad, así como para planificar nuestro futuro compartido. La asociación y cooperación bilateral que construimos día a día tiene como horizonte común impulsar los esfuerzos de ambos países para alcanzar la prosperidad y el desarrollo que nuestros pueblos anhelan
