Primero Ucrania, después los bálticos: la alerta rusa vuelve a saltar en los cuarteles de Europa

Reportaje
El Mundo, 25.01.2024
Xavier Colás

El fracaso de la contraofensiva ucraniana ha resucitado los miedos en el viejo continente a un ataque ruso en Europa central. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, afirma rotundamente que "Vladimir Putin algún día incluso atacará a un país de la OTAN". Aunque un ataque ruso no es probable "por ahora", el ministro añadió que sus "expertos esperan un periodo de cinco a ocho años en el que esto podría ser posible", explicó Pistorius al medio alemán Der Tagesspiegel en una entrevista publicada el pasado viernes.

Los vecinos de Rusia saben que ellos están en el punto de mira. "Si no se detiene a Rusia en Ucrania, podría continuar. Y los Estados bálticos serán los siguientes", dijo Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, a los periodistas en Bruselas el lunes.

El miedo europeo no es nuevo. El Ministerio de Defensa alemán lleva tiempo barajando un posible escenario en el que Rusia ataque el flanco oriental de la OTAN en 2025. Así lo asegura la publicación del diario alemán Bild. La publicación afirma que tiene en su poder un documento secreto del Ministerio de Defensa alemán. El escenario, denominado 'Alianza de Defensa 2025', describe posibles acciones de Rusia y Occidente "mes a mes", desembocando en un inevitable estallido de la guerra en el verano de 2025.

El primer paso sería una victoria en Ucrania. Parte del precio lo pagarían los rusos: en febrero de 2024, las autoridades rusas anunciarían una nueva ola de movilización, reclutando a 200.000 personas más para el ejército. No está claro de dónde sacarían tan rápido el material bélico que han perdido en el frente, pero el documento de los alemanes pronostica una ofensiva de primavera en Ucrania, que en junio ya podría ser "un gran éxito" y hacer retroceder a las tropas ucranianas. Con un Putin victorioso en Ucrania, Europa central es el siguiente paso.

Un avance ruso en Ucrania podría modificar las resistencias iniciales a hacer concesiones a Rusia: en Ucrania, por miedo a perder todos los territorios en disputa; y en la UE, para contener las oleadas de refugiados, que pueden desestabilizar los sistemas políticos.

 

Avance por fases

Con la UE, el primer enfoque sería menos convencional: ciberataques y "otras formas de guerra híbrida", principalmente en los países bálticos, que conducirán a "nuevas crisis". Según el escenario, en julio comenzará "primero un ataque ruso oculto y luego cada vez más abierto contra Occidente".

Las autoridades rusas también comenzarían a "incitar" a los rusos étnicos en Estonia, Letonia y Lituania. El objetivo es crear "enfrentamientos" que en sí mismos no suponen nada, pero que Rusia usaría como pretexto para lanzar unas maniobras a gran escala llamadas 'Zapad-2024' en el oeste de la Federación Rusa y Bielorrusia, con la participación de 50.000 militares en septiembre.

Moscú repetiría así el plan de 2021, cuando llevó a cabo maniobras cerca de la frontera con Ucrania. Ahora serían los límites de Polonia y Lituania los que se verían amenazados. Contemplar este plan ruso no es una novedad, pues ha sido estudiado varias veces por la OTAN como posible escenario futuro.

Una variable que no existía en 2021 en el caso de Ucrania es la avanzadilla que supone para Rusia su región de Kaliningrado, engarzada entre Polonia y Lituania. Supone una fortaleza y al mismo tiempo una debilidad: allí Rusia desplegaría tropas adicionales y misiles de mediano alcance, pero dando la voz de alarma ante un supuesto ataque inminente de la OTAN. El plan: apoderarse del corredor de Suwalki , que conecta a los países bálticos con sus aliados de la OTAN. Si Rusia se hace con esa franja, su territorio de Kaliningrado queda unido con su aliada Bielorrusia.

El documento de los alemanes apunta a que Rusia "repetirá la invasión de 2014 del este de Ucrania en territorio de la OTAN". La OTAN se verá obligada a decidir en qué momento aplica el conocido Artículo 5, que establece que los socios han de salir en auxilio de un país miembro si es atacado. Pero esto sucederá justo en el momento en el que EEUU está eligiendo nuevo presidente.

Las inminentes elecciones presidenciales de Estados Unidos y la posible reelección de Donald Trump podrían provocar que la ayuda militar se agote por completo, lo que podría tener efectos en cascada en naciones europeas. Los países bálticos y Polonia darían la voz de alarma, Moscú confía en que Europa no reaccione correctamente por culpa de la división.

En marzo de 2025, Rusia desplegaría tropas adicionales en las fronteras de los países bálticos. Según el escenario, el Kremlin colocaría en Bielorrusia dos divisiones de tanques y una división de fusileros motorizados; en total habrá más de 70.000 militares. La OTAN, por su parte, reaccionaría a la defensiva poniendo 300.000 en el corredor lituano. "La OTAN defenderá cada centímetro de la integridad de los Estados bálticos", aseguró a El Mundo el teniente general Jürgen-Joachim von Sandrart, que es el comandante general del Cuerpo Multinacional Noreste de la OTAN.

Analistas occidentales sugieren que a Putin le llevará al menos varios años compensar las pérdidas militares rusas en Ucrania. Pero su victoria en Kiev quebraría la confianza de los países de Europa Central, un ámbito geográfico en el que Rusia hace tiempo que ha colocado parte de sus reclamaciones, muchas veces por boca del expresidente ruso Dimitri Medvedev, actual número dos del Consejo de Seguridad de Putin.

El presidente Vladimir Putin aseguró al líder chino, Xi Jinping, que su invasión de Ucrania duraría cinco años, informó en diciembre el periódico japonés Nikkei, citando múltiples fuentes anónimas familiarizadas con las maniobras diplomáticas ruso-chinas. En 2022, las fuerzas ucranianas tomaron por sorpresa a los analistas militares. Es poco probable que Rusia cambie sus objetivos bélicos en 2024.

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