Quiebre de tradición diplomática uruguaya

Carta
Montevideo, 04.02.2019
Ex diplomáticos uruguayos

Los abajo firmantes diplomáticos de carrera en retiro, que han servido por décadas a la República, ante la repetida posición de neutralidad proclamada por nuestro Gobierno, sobre la gravedad de la situación política que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, deciden compartir con la opinión pública el siguiente punto de vista:

-En la aplicación de su política exterior, el Uruguay se ha caracterizado por estar en la primera línea en la defensa de la libertad y de la convivencia, como corolario de un sistema de vida consustancial con lo que el uruguayo medio siente y vive,

-Esa imagen democrática del Uruguay es lo que le ha permitido tener una proyección mucho más importante de la que le correspondería en virtud de su potencial económico o su extensión territorial,

-Entendemos que es deber de todo Gobierno, más allá de intereses o ideas circunstanciales, preservarla e incluso potenciarla en beneficio de todos los habitantes de la República.

-Desafortunadamente, nos vemos en la obligación moral de afirmar que, con respecto a la situación imperante en Venezuela, la Administración, desde hace largo tiempo, no reafirma el mandato de dicha tradición, proponiendo iniciativas o votando resoluciones que desconocen a la  misma y que no solamente lesionan nuestro prestigio internacional, sino que se apartan del sentir de la mayoría de nuestra población.

Nos consta que nuestro punto de vista  es compartido por un importante número de colegas que en este momento se encuentran en actividad y que en cumplimento de la normativa vigente, se encuentran inhabilitados en hacer pública su posición.

 

Luis A. Carresse, María E. Blanco, Carlos Brugnini, Octavio Brugnini, Pelayo Diaz Muguerza, Juan José De Arteaga, Marta Echarte, Diana Espino, Agustín Espinoza, Cristina Figueroa, Zulma Guelman, Pedro Mo, Teresa Morató, Julio Moreira, Carlos Orlando, M. Alicia Parola, Daniel Perez del Castillo, Joaquín Piriz, Amalia Tedesco,  Inés Ubici y Diego Zorrilla.

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