Sobre ciertas interpretaciones de la invasión rusa en Ucrania

Columna
El Mercurio, 19.01.2024
Yurii Diudin, embajador de Ucrania en Chile

Tomé nota de la opinión del embajador ruso en la que habla sobre la “crisis en Ucrania” y que está llena de clichés, manipulaciones y tergiversaciones propias de la propaganda rusa de los últimos años.

Los hechos que ocurrieron en Ucrania a principios de 2014 son conocidos en todo el mundo y no coinciden ni en lo mínimo con la descripción del diplomático ruso. La Revolución de la Dignidad o el “Euromaidán”, como es conocido popularmente, fue producto del descontentamiento de la población ucraniana, que en su mayoría apoyaba el acercamiento a la Unión Europea, con las acciones del gobierno corrupto del entonces presidente Yanukovych, lo cual produjo manifestaciones pacíficas con consignas proeuropeas en las plazas de toda Ucrania.

El uso de fuerza contra manifestantes indefensos por orden del gobierno en la plaza central de Kyiv resultó en un centenar de muertos y numerosos heridos, lo cual desencadenó una reacción popular tan fuerte que el expresidente tuvo que huir del país. Aprovechando la debilidad interna de Ucrania, Moscú asestó un golpe a la espalda al “pueblo hermano”, orquestando un falso y fraudulento “plebiscito” en Crimea con votación bajo la mira de fusiles de soldados rusos sin insignias e instigando fuerzas separatistas de las regiones del Donbás para proclamar su “independencia” de Ucrania.

Pero ni la ocupación rusa de Crimea ni las autoproclamadas “repúblicas populares” “DNR” y “LNR” nunca han sido reconocidas por la comunidad internacional, que en numerosas resoluciones de la AG de la ONU y en otras instancias condenó las acciones de Rusia. Con este apoyo Ucrania no dejaba intentos de restablecer su integridad territorial, violada por Rusia en 2014. En 2019 la vocación europea de Ucrania quedó plasmada en la Constitución que fijó la adhesión a la UE como objetivo prioritario de la política exterior del país.

Los acuerdos de Minsk, a los que se refiere el diplomático ruso, comprendían un conjunto de medidas, incluido el cese el fuego por las partes beligerantes, pero también hacían referencia a la integridad territorial de Ucrania y al plan de devolver a Ucrania ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Luhansk. En violación de lo estipulado por esos acuerdos, Moscú continuó con sus ataques bélicos y llegó a reconocer la “independencia” de repúblicas fantoches de “DNR” y “LNR”.

No quiero gastar tinta en desmentir todas las falsedades que el embajador ruso expuso para justificar la agresión a gran escala contra Ucrania que se produjo hace casi dos años, el 24 de febrero de 2022. La llamada “Operación militar especial” tuvo como resultado miles de víctimas entre la población civil ucraniana, incluidos niños, mujeres y personas mayores, centenas de edificios residenciales, escuelas, maternidades, jardines de infancia, museos, bibliotecas, estadios y otros “objetivos estratégicos” destruidos por bombardeos rusos en todo el país, además de originar el flujo migratorio de tamaño jamás visto en Europa desde la 2ª Guerra Mundial.

Pero las Fuerzas Armadas de Ucrania, con la ayuda de nuestros aliados, han podido rechazar los ataques y reconquistar, hasta la fecha, más de la mitad de los territorios ocupados por el enemigo desde febrero de 2022.

Ucrania, que ha sufrido muchísimo con esta invasión no provocada, bárbara y cruel, es la que más quiere y anhela la paz. Pero esta paz no puede significar el congelamiento del conflicto, que Moscú podría aprovechar para acumular fuerzas y atacar de nuevo, ya no solo a Ucrania, sino también a sus vecinos europeos. Con su heroica lucha contra el agresor ruso, Ucrania no defiende solo su futuro como estado soberano, sino también los valores democráticos universales, consagrados en la Carta de la ONU, que Rusia pisó al atacar a Ucrania. Y en este sentido valoramos mucho la posición coherente de Chile en apoyo a Ucrania, así como las palabras del presidente Boric, quien en julio del año pasado llamó la agresión rusa como una “guerra de agresión imperial inaceptable donde se viola el derecho internacional”.

Para nosotros la paz solo puede ser lograda después del cese completo de hostilidades, la retirada de todas las tropas rusas del territorio de Ucrania y el restablecimiento de la integridad territorial del país. La fórmula de la paz del presidente Zelenski, que tiene el apoyo de la mayoría de los países democráticos del mundo, define pasos muy concretos que puedan conducir a una paz estable y duradera en Ucrania.

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