Un año de guerra en Ucrania

Columna
El Mercurio, 23.02.2023
Vladyslav Bohorad, encargado de Negocios de Ucrania en Chile

Mañana se cumple un año desde la invasión rusa, a gran escala, a Ucrania.

Hace un año, Rusia inició una guerra bárbara, injusta y cruel en Ucrania, atacando las ciudades pacíficas desde el este al oeste, enviando sus fuerzas armadas para hundir a nuestro país en sangre, terror y desesperación, y lograr control completo sobre los territorios ucranianos.

Hace un año, Ucrania vivió cambios irreversibles. Décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial, los invasores llegaron nuevamente a nuestras tierras. En realidad, Rusia inició la guerra en 2014, con la anexión de Crimea y la ocupación de las regiones de Donetsk y Lugansk, que son territorio de Ucrania.

Rusia esperaba una victoria relámpago y preparaba un uniforme de desfile. Sin embargo, cometió un error. Desde la capital hasta los pequeños pueblos, la gente salió a las calles sin armas, protestando y tratando de detener a los invasores. Las noticias sobre la valentía de los ucranianos y su amor por su tierra se extendieron por todo el mundo. La comunidad internacional actuó, los países democráticos civilizados salieron en nuestra defensa.

Incapaz de lograr un resultado rápido, el régimen de Putin decidió recurrir al genocidio absoluto del pueblo ucraniano. Bombardeando ciudades pacíficas, torturando a soldados capturados, abusando y violando a civiles, destruyendo infraestructura vital y esperando la impunidad.

La guerra siempre trae maldad, violencia y sufrimiento humano. Todos entienden esto, excepto el gobierno y el pueblo rusos engañado por la propaganda del Kremlin.

El enemigo no respetó ni las reglas ni las costumbres de la guerra, atacando desafiantemente áreas residenciales, destruyendo hogares pacíficos y cobrando la vida de miles de civiles.

Todos saben lo que le hizo el ejército ruso a nuestra ciudad de Mariúpol. Esta ciudad prácticamente ya no existe. Y hace apenas doce meses vivía allí medio millón de personas. Ahora quedan varios miles sobre las ruinas quemadas.

Mariúpol es una ciudad donde ahora, semana tras semana, los invasores rusos ocultan las huellas de los crímenes enterrando los restos de las personas asesinadas en fosas comunes.

El ejército ruso hizo lo mismo con Bucha, Irpin, Bajmút, Volnovakha y decenas de otras ciudades y pueblos de Ucrania.

Durante los interminables meses de ocupación y lucha, los rusos mataron a medio millar de niños ucranianos, a más de 10 mil civiles y convirtieron a millones de personas en refugiados. El número de desplazados internos en nuestro país supera los 12 millones de personas.

El pueblo ucraniano sigue luchando contra el agresor ruso, defendiendo no solo nuestro Estado, sino también los valores y libertades democráticas, el derecho de las naciones a elegir libremente su futuro. Nuevamente nuestro pueblo ha tenido que profundizar su conocimiento de todo lo que está relacionado con las acciones militares. Nuestra gente aprendió a distinguir los sonidos de las armas de artillería, los ataques con misiles y bombas. Los niños ucranianos aprendieron qué son las sirenas de ataques aéreos, qué es el miedo por la vida, qué es la muerte de los seres queridos.

El país se sumergió en una espera. Pero lo más importante es esperar la victoria.

No tenemos dudas de lo que debe ser esa victoria. Así lo describió el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en la Fórmula de la Paz presentada durante la Cumbre del G20. Rusia debe retirar sus tropas de las tierras ucranianas. No podemos permitir la continuación de la ocupación y el ocultamiento de numerosos crímenes cometidos por los invasores en las ciudades ucranianas. No tenemos derecho a dejar a nuestros ciudadanos en manos de delincuentes y violadores.

Rusia está tratando de sumergirnos en la oscuridad de la barbarie y la impunidad medievales. No podemos permitir esto. Los líderes políticos y militares, así como todos los involucrados en la ejecución de los crímenes de guerra en Ucrania, deben ser castigados. Todos los delitos deben ser investigados, y los responsables, llevados ante la justicia.

Este año cambió a todos los ucranianos, este año también cambió al mundo. Agradecemos a todos los que estuvieron y están junto a nosotros en esta lucha, que apoyaron y apoyan las iniciativas de Ucrania en el marco de las organizaciones internacionales, que brindaron ayuda humanitaria, militar y financiera. También estamos agradecidos de quienes llevaron medicamentos, ropa y alimentos a los centros de voluntarios, quienes transfirieron fondos, quienes difundieron información veraz sobre la situación en Ucrania.

Expresamos nuestro especial agradecimiento a la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y todos los países aliados por su postura firme e inquebrantable.

La victoria de Ucrania será una victoria de toda Europa, que será mucho más segura cuando se desmantele la maquinaria militar rusa y desaparezca la capacidad del Kremlin para invadir otros países. Tenemos pleno derecho a contar con suministros de armas que nos ayuden a lograr esta victoria. No deben aplicarse políticas de apaciguamiento o de hechos consumados respecto de la ocupación y los intentos de anexión.

Hoy, a pesar del dolor de la pérdida, seguimos luchando y creyendo que la luz siempre vence a las tinieblas y que el triunfo de la justicia es inevitable. Gracias a todos los que creen en nosotros y luchan por la restauración de la paz en Ucrania y el mundo.

¡Ucrania ganará! ¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!

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