Una mujer valiente

Columna
El Mercurio, 26.06.2023
Tamara Avetikian
  • La decisión de Corina Machado de pelear por la democracia se mantiene intacta

Ni las extorsiones ni las amenazas, ni la prohibición para salir de Venezuela ni la inhabilitación política han disuadido a María Corina Machado de luchar contra el régimen de Nicolás Maduro. La ingeniera venezolana es un ejemplo de lo que puede hacer una mujer de carácter cuando decide defender la democracia, liderando a una ciudadanía que clama por terminar con una dictadura que la hace miserable.

Machado lidera los sondeos de las primarias para elegir un candidato opositor único que enfrente al chavismo en 2024. No ha sido fácil llegar hasta ahí. Tras la disolución del gobierno interino de Juan Guaidó, los grupos opositores parecían en crisis y las conversaciones con el régimen estaban congeladas. María Corina nunca quiso estar en ese lote que negociaba con “la tiranía”. Lo consideraba un error, que Maduro solo buscaba “ganar tiempo y dinero” y dividir a la oposición. Hasta aceptar entrar a las primarias, ella prefería pelear sola, incluso enemistándose con algunos. Eligió viajar por todo el país (“manejando mi carro, porque Maduro prohibió a las aerolíneas llevarme”) difundiendo su mensaje y conocer de primera fuente la situación de sus compatriotas. “En Caracas viven en una burbuja”, asegura.

Es valiente. La recuerdo en una visita a Perú, en 2014, justo antes de que le prohibieran salir de Venezuela, cuando le quitaron su escaño parlamentario, tras convocar a masivas protestas que terminaron, lamentablemente, con varios muertos. Decenas de sus compatriotas, desplegando una gran bandera venezolana, llenaron un auditorio de la Universidad de Lima, donde participaba en un seminario de la Fundación Libertad. La vitorearon como una verdadera rockstar. Tenían las esperanzas puestas en ella, que triunfara rápidamente en su empeño de sacar a Maduro del poder, con la presión de la calle y el apoyo internacional. María Corina, con la misma energía que hoy hace campaña, advertía que no la asustarían, que seguiría luchando, con más fuerza, porque la medida del régimen era una muestra de “debilidad y desesperación”. En eso se equivocó, Maduro permanece en el poder, pero su decisión de continuar peleando se mantiene intacta.

Ahora Machado está comprometida con las primarias, que le darán “legitimidad al líder que elija el pueblo para enfrentar y derrotar a Maduro y traer a nuestros hijos de vuelta”. Espera ser esa carta ganadora. ¿Es viable esa opción? Algunos piensan que sí, otros son más escépticos, porque no está claro si aún pesa sobre ella la inhabilitación para ejercer cargos públicos, de 2015. Y si no, el régimen bien podría volver a marginarla. Ya Diosdado Cabello, el número dos del chavismo y quien maneja a los militares, habló en tal sentido. Hay otro aspecto más delicado. Ni Maduro ni sus secuaces están dispuestos a entregar el poder, y menos a una persona como Machado, de fuertes convicciones, con una visión “radicalmente liberal” de la democracia y de la economía, que no aceptaría dejarlos sin sanciones por sus crímenes. En eso ella es intransigente, y el chavismo buscará formas para impedir que lo logre.

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