Van por buen camino

Columna
El Líbero, 30.12.2023
Fernando Schmidt Ariztía, embajador (r) y exsubsecretario de RREE

Confío profundamente en la inmensa capacidad creativa del ser humano. Esta se desarrolla únicamente en un entorno de libertad, tanto en lo político como en lo económico. De lo contrario, la genialidad individual languidece, el conformismo se instala y, finalmente, es el Estado el que toma las decisiones que debería adoptar la persona en forma autónoma. El brazo ejecutor del Estado, la burocracia, actúa de forma directa o indirecta y, pretextando un supuesto bien común, asfixia la imaginación.

Por esto, no puedo sino aplaudir el tremendo coraje del nuevo gobierno argentino para decirle la verdad a sus ciudadanos sobre la catastrófica situación económica del país, sin ningún tipo de adorno. Admiro la valentía que tienen para enfrentar contra viento y marea décadas de estatismo y de asentamiento de intereses creados, sean estos políticos, sindicales, empresariales, faranduleros, provinciales o académicos. Deseo fervientemente que les vaya bien y que puedan sacar adelante a Argentina, como su gente lo merece, sabiendo que se enfrentarán a un Congreso donde el gobierno es minoría, la situación social desfavorable y la manipulación de la calle está a la orden del día a través de una retórica ignorante.

Van por buen camino cuando quieren facilitar las operaciones económicas eliminando los obstáculos que han introducido diversas leyes en el libre funcionamiento de los mercados mediante una indebida injerencia del Estado, y se atreven a derogar leyes como las de Abastecimiento, “Compre Nacional”, “Compre argentino” o de “Góndolas”.

Van por buen camino, cuando eliminan el Observatorio de Precios, cuya absoluta irrelevancia quedó demostrada por una inflación acumulada, a noviembre de este año, de un 148%.

Van por buen camino, cuando se plantean reformular la ley de medicamentos y recetas, migrando a la receta electrónica para lograr una mayor agilidad de la industria y minimizar costos, o cuando buscan facilitar la utilización de medicamentos genéricos.

Van por buen camino al eliminar el registro de exportadores e importadores, que impone a los empresarios con ganas de llegar al mundo o traer de otros lugares bienes o servicios más económicos, una barrera artificial que solamente encarece el producto que se exporta o importa. Igualmente, cuando quieren digitalizar los trámites de comercio exterior, rediseñar los procesos de retiro de mercancías y autorizar declaraciones anticipadas.

Van por buen camino, cuando se proponen adoptar estándares internacionales en materia de comercio de bienes y servicios buscando armonizar el régimen interno con los demás países del Mercosur, otras organizaciones internacionales, y cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Van por buen camino, cuando se replantean el estatus jurídico de las empresas públicas reconvirtiéndolas en sociedades anónimas, de acuerdo al régimen de la Ley General de Sociedades, asegurando así su transparencia, gobierno corporativo y la posibilidad de transferir las acciones a sus empleados.

Van por buen camino al decretar una política de cielos abiertos que dote al mercado de un entorno competitivo que otorgue la suficiente flexibilidad para llegar a todas las ciudades del país. En este sentido, es particularmente relevante que Aerolíneas Argentinas pase a estar totalmente en manos de sus empleados en tanto seres pensantes, creativos, autónomos, libres, innovadores.

Van por buen camino, al derogar los obstáculos para incrementar la oferta de desarrollos turísticos y una mayor competencia entre las empresas del sector.

Van por buen camino, cuando se plantean reformar la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual, suprimiendo las restricciones a la multiplicidad de licencias en el orden nacional y ampliando de ese modo la oferta y la libertad de elección.

Van por buen camino, cuando quieren allanar normas del Código Civil y del Código Comercial que impiden a las partes decidir sobre la forma, contenido y ejecución de los contratos, llegando algunas veces a imponer requisitos desmesurados para la validez de esos acuerdos. Particularmente, cuando el exceso de regulación normativa ha desfigurado los contratos de arriendo de viviendas y conducido a una virtual destrucción del mercado inmobiliario.

Van por buen camino, cuando pretenden incluir nuevas figuras societarias para la conformación de las entidades que integran el Sistema Institucional del Deporte a fin de ampliar las opciones a las que puedan recurrir dichas entidades y generar, así, más oportunidades para ese sector.

Van por buen camino al modificar el Régimen Jurídico Automotor para permitir que los trámites puedan hacerse integralmente de manera digital y agilizar todos los procesos, eliminando etapas innecesarias y costos desproporcionados que dificultan la circulación de este tipo de bienes. Estas transacciones hoy benefician a intereses políticos, recursos que pasarían directamente al Tesoro.

Van por buen camino, cuando proponen que los aportes sindicales sean obligatorios sólo para los afiliados, y no a sectores laborales enteros. Es decir, que el individuo resuelva si esa porción de salario que hoy le descuentan va o no a un depósito que acrecienta a grupos de presión.

Van por buen camino y son valientes al idear los argentinos una reforma estructural de su Estado, desenmarañar su sistema jurídico, desarmar los grupos de poder enquistados, fomentar la libertad y la competencia, potenciar a la persona y su enorme poder para crear.

Les falta mucho trabajo por hacer. Por de pronto, pasar el filtro del Congreso, enfrentar una “calle” azuzada por agitadores que pierden su parcela de influencia. Les falta completar la tarea con muchas reformas en el ámbito financiero, educativo, penal, electoral y otros, a partir del documento de bases para la reconstrucción del país que esta semana entró al Congreso. Les falta sortear un cataclismo inflacionario y social hasta que se asuma el valor real de las cosas y el circulante ya emitido. Necesitan que Milei resista emocionalmente esta tremenda presión sin debilitar la democracia.

Los chilenos libres -que también observamos preocupados cómo sucesivas teorías regulatorias desconfían en la capacidad de los individuos para determinar nuestro destino, y que el Estado está en mejores condiciones que las personas para saber lo que necesitamos- queremos que a los argentinos les vaya bien. El camino emprendido hacia la libertad da vértigo, pero está respaldado por un equipo de cerca de cien profesionales excelentes que trabajaron en él durante un año y medio. No están improvisando, como tampoco lo estaban Jorge Cauas y quienes le siguieron cuando les tocó asumir un desafío similar entre nosotros.

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