Columna OpinionGlobal, 12.02.2017 Galileo
Llamaba poderosamente la atención este letrero en el mesón de la Guardia de Palacio, en todas las oficinas de La Moneda, en todos los mails de los ministros y subsecretarios y, en fin, en toda la plana mayor de la administración pública. ¡Para qué decir en las oficinas de la ONEMI! Ahí figuraba con una baliza roja prendida sobre el letrero mismo. Un comité de crisis ad-hoc se reune religiosamente cada mañana a las 7:00hrs en el segundo piso, para revisar fehacientemente que no haya pasado nada durante la noche y que la Presidenta siga durmiendo “tranquila”.
Hay contacto directo con todas las comisarías de Chile para verificar que ningún funcionario de gobierno se haya mandado algún numerito; y también hay un rastreo permanente de todas las notarías y conservadores de bienes raíces del país para verificar cualquier anotación de escrituras o trámites legales que puedan comprometer a la Presidenta, sin que ella sepa nada antes.
Dávalos y Sra. son rastreados hasta por satélite. Uno nunca sabe y la Presidenta lo único que quiere es que, aunque sea poco, sus vacaciones esta vez sí le resulten. Ya igual se las cortaron con la lata del viaje de Macri a la celebración del cruce de los Andes. Pero es por el día y por algo protocolar (por ahora). No vayan a descubrir ahora que el cruce de Los Andes fue financiado por SQM o que los pertrechos del Ejército se adquirieron a cinco veces su valor, o algo por el estilo.
Pero lo cierto es que, en La Moneda, andan todos pisando huevos. El Comité de Crisis diseña escenarios diversos y los analiza y desarrolla planes de acción. Todos los días. Agotador. Pero esa es la misión.
Entre los escenarios que se construyen y se analizan, según me contaron, se pueden mencionar algunos como:
-El Vicepresidente Fernández invita a Evo Morales a una visita relámpago a Chile y lo recibe en la Moneda (para estrechar lazos y limar asperezas, declara). La Presidenta no sabía nada.
-La tripulación del Supertanker es sorprendida en una fiesta a todo dar en Cerro Castillo y todos con altos índices de alcohol en la sangre, invitados por Ana Lía Uriarte para deshacer la percepción negativa inicial del Gobierno hacia la ayuda ofrecida. Entre los invitados está Aarón Caviedes, el Director de CONAF.
-CAVAL gana licitación de maderas para la reconstrucción de casas en Santa Olga y Galilea declara que no sabía que estaba cuestionada, por eso la dejaron participar
-La Presidenta visita a la Machi con arresto domiciliario durante sus vacaciones y declara que a ella “le sigue interesando el país aunque esté de vacaciones”
-El Canciller es pillado canjeando KMS Lan Pass para efectuar diversas compras personales. La oposición pide informe a Contraloría sobre qué hacer con el millaje del Canciller.
-La Presidenta anuncia, desde Caburgua, que a su vuelta hará importantes anuncios económicos. La Bolsa se va al suelo y el dólar se dispara.
Como se puede ver, son todas situaciones que desgraciadamente pueden ocurrir, sobre todo si la Presidenta está en vacaciones. Incluso hay asesores que le han recomendado vender la propiedad en el Lago Caburgua y comprar algo más cerca (el Tabo, El Quisco, Isla Negra, por ejemplo) y terminar con la Jeta del lugar.
En todo caso, ahora se espera una reacción más rápida y eficaz ante cualquier escenario catastrófico de vacaciones. Para empezar todos los funcionarios de turno parten el día tomándose un Ravotril para estar “como super relajados” si la cosa explota. Paula Narváez debe tomar 2, porque sería la vocera.
Pero no seamos pesimistas. Realmente esperamos que la Presidenta duerma bien, descanse un poco y se dedique a flotar en el lago. Y lo demás, a cruzar los dedos. ¡Queda una semana más!
