Columna OpinionGlobal, 01.05.2017 Jaime Undurraga M., abogado (U. de Chile) y consultor de empresas
Así pareciera ser. Una visión anticuada y equivocada que se mantiene indestructible en las políticas públicas asociadas a su existencia
Ahora la Presidente ha colocado la primera piedra del nuevo complejo aduanero, que significará construir unas instalaciones de 32.000m2 con US$87 millones de inversión. ¿Para qué? Para seguir haciendo lo mismo que desde hace décadas, pero en mayor escala.
En vez de estudiar e implementar nuevos sistemas de control y despacho del tráfico entre ambos países con tecnología de punta; en vez de agilizar la circulación de las personas y vehículos particulares y buses de turismo; en vez de instalar nuevas reglas de despacho del tráfico de carga en camiones; y en vez de construir y operar un control físico más abajo en la cercanía de Los Andes, se decide construir una enorme infraestructura para seguir haciendo lo mismo, pero más en grande y en las mismas condiciones climáticas adversas de siempre.
¿Por qué no se adopta el sistema TIR que utilizan desde hace décadas los países europeos y que agiliza notablemente el paso de camiones? ¿Por qué en las fronteras europeas, donde hay más nieve que en nuestra frontera y por períodos más largos, no se producen los atochamientos de camiones y vehículos particulares como en nuestro principal paso fronterizo?
¿Los servicios públicos involucrados no tienen ninguna idea más moderna para enfrentar el problema que seguir haciendo más de lo mismo electrónicamente pero en el mismo lugar? ¿O los viáticos de sus funcionarios por trabajar en ese lugar son más apetecidos que la modernidad que se requiere en el s.XXI?
No hay ninguna posibilidad de que los vehículos que entran o salen de Chile hacia Argentina puedan desviarse y tomar otra ruta entre la frontera y Los Andes. Pero no. Igual construimos la barrera arriba, en la parte más ineficiente, costosa y compleja para los usuarios de la ruta.
Y aún así piensan algunos que Chile tiene una enorme oportunidad como país de tránsito entre el Atlántico y el Pacífico o como plataforma sudamericana al Asia-Pacífico. ¿Realmente las autoridades creen que el tema se soluciona básicamente con la infraestructura?
Mi pronóstico: antes de 5 años ya estaremos poniendo la primera piedra de la ampliación del complejo, ya que el aumento del tráfico habrá dejado casi obsoleto el que se comienza a construir hoy. Y seguiremos pensando que estamos haciendo lo correcto, modernizando el sistema y avanzando en la integración de nuestros países.
Como mencionaba al comienzo, pareciera ser que Los Libertadores constituye un error de enfoque casi indestructible, cualquiera sea el signo del gobierno de turno. Y nuestra Cancillería feliz, como siempre.
