Un Donald desafiante…y amable en la ONU

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República.com, 19.09.2017
Inocencio Arias, embajador (r) de España

La semana grande de la ONU se abría este martes. Unos cien Jefes de estado y gobierno e innombrables ministros acuden a la sesión, discursean y celebran entrevistas. Casi nadie de relieve escucha lo que dice el 90 ó 95 por cien de los asistentes. (Trump no estaba cuando en la apertura habló Guterres, el Secretario General) No exagero. La sala puede estar llena, pero los asistentes son “guripas” de las Embajadas, incluso los Embajadores ante la ONU se han ausentado porque están acompañando a sus señoritos en entrevistas con otros jefes de gobierno o en sus visitas a periódicos o instituciones importantes estadounidenses basadas en Nueva York.

Una de las pocas excepciones en esas ausencias prolongadas ocurre cuando habla el Presidente de los Estados Unidos. Más aún si éste está debutando en el organismo como es el caso de Trump ahora. El Presidente americano ha hecho hasta ahora dos discursos importantes sobre política exterior, uno sobre Arabia saudita y otro sobre Polonia. El de este martes será más citado.

Dado que el estrafalario y bocazas Donald Trump gusta de desconcertar a extraños y a propios- que pregunten a los de su partido-no ha vacilado en las últimas fechas en piropear a la ONU, organismo que en el pasado comentaba que era un club de amiguetes desocupados donde la gente se reunía, charlaba y lo pasaba bien. El lunes, aunque criticó la burocracia y la escasa eficacia de la ONU en relación a su presupuesto, adelantó, no obstante, que hay que “hacer grande a la Organización” y no ha proclamado que le va a pegar un tajo económico (Estados Unidos es el mayor contribuyente tanto al imponente presupuesto de Operaciones de mantenimiento de la paz, 28% del total, que Trump quiere reducir, como al normal de funcionamiento, 22%).

Los analistas, sin embargo, han estado más atentos a la forma en que, en su esperado discurso, aborda otros temas capitales. Por bravucón que sea, el Presidente sabe que un ataque a Corea del Norte tendría consecuencias nefastas para la militarmente desvalida Corea del Sur. Sin embargo, no ha vacilado en afirmar que si estamos obligados a defender a los Estados Unidos y a sus aliados, “no tendremos elección, tendremos que destruir TOTALMENTE a Corea del Norte" ¿Que va a hacer Estados Unidos dividido entre los halcones, la Embajadora en la ONU, algún alto cargo militar, y las palomas, el Secretario de Estado Tillerson y algún otro general? La frase de Trump en el televisado podio de la ONU habrá puesto los pelos de punta a más de uno, aunque las expresiones truculentas del americano ya estén asumidas, con frecuencia, como inviables. Algunos recordarán, con todo, que algo parecido dijo Bush antes de Irak. “Si los demás no actuaban, Estados Unidos puede hacerlo solo”. Bush lo hizo con resultados harto dudosos. Trump ha moralizado: “Si los que tienen razón no se oponen a un puñado de bandidos, el mal prevalecerá”. Un discurso filosófico, según sus colaboradores, y en el que el Presidente reitera que la ONU no es gobierno mundial, calificativo que también irritaba a sus predecesores, sino un conjunto de países soberanos. Que unas veces pierden el tiempo y otras, no.

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