150 años del Ministerio de Relaciones Exteriores

Columna
Realidad & Perspectivas, N*101 (noviembre 2021)
Francisco Javier Devia Aldunate, director Seguridad Internacional y Humana (RREE)

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile nace como Secretaría independiente en 1871. Pese al tiempo transcurrido y el paso de sucesivos Gobiernos, se ha mantenido incólume promoviendo su principal y prioritario objetivo: la defensa y promoción de los intereses nacionales de Chile y de nuestros compatriotas.

Con todo, las relaciones exteriores de la República de Chile son anteriores a 1871. La Junta de Gobierno (1810) encargó a don José Gaspar Marín la Secretaría de Relaciones Exteriores, la cual desaparece en 1814 por el desastre de Rancagua. Con la Independencia, se crea la cartera de Relaciones Exteriores como parte del Ministerio del Interior. Cabe resaltar que en 1829 es contratado como Oficial Mayor de Relaciones Exteriores (Subsecretario) Andrés Bello.

¿Por qué el presidente Federico Errázuriz separó ambos Ministerios en 1871? Primero, por la forma inexperta e ingenua como se manejó diplomáticamente la guerra contra España (1865-1866). Ese conflicto bélico pudo haberse evitado, y significó el bombardeo y destrucción de Valparaíso. Ese mismo año “soplaban vientos contrarios”: el panorama vecinal era amenazante y complejo. Por esa incertidumbre, el presidente Errázuriz creó el Ministerio de RR.EE. y, al mismo tiempo, ordenó la construcción en el Reino Unido de las fragatas blindadas “Cochrane” y “Blanco Encalada”, pese a la oposición de algunos congresistas y pacifistas. Sin embargo, ambas decisiones resultarían cruciales para enfrentar la Guerra del Pacífico (1879-1884).

Hoy, al objetivo tradicional de la Cancillería se suman 4 Principios que han sido consustanciales a nuestra Política Exterior de Chile del siglo XX: el respeto al derecho internacional; la promoción de la democracia; el respeto a los derechos humanos; y la responsabilidad de cooperar.

Sin embargo, la evolución y desarrollo de la Agenda Internacional ha implicado un aumento en las tareas o cometidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo cual requiere una mayor asignación presupuestaria para responder a esos compromisos, ya que, por ejemplo, de las antiguas amenazas tradicionales y no tradicionales se han sumado las “híbridas”, tales como los ciberdelitos, la desinformación, entre otros.

Concluyo celebrando, con los funcionarios presentes y en retiro, el 150º aniversario del Ministerio de RR.EE.

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