Artículo 20 de la Convención Constitucional y política exterior

Carta
Realidad y Perspectivas, N*104 (abril 2022)
Francisco Orrego Bauzá, abogado

Preocupación ha causado la reciente aprobación del artículo 20 en el pleno de la Convención Constitucional. En general, la disposición aprobada consagra algunos principios de política exterior, que nos merecen, a modo de alerta, tres comentarios.

En primer lugar, establece una lista rígida de principios que impedirían la necesaria flexibilidad para incorporar otros que, en el futuro, se pudieran considerar relevantes para nuestra política exterior. También omite otros, de enorme importancia, como la defensa y protección de nuestra soberanía territorial.

En segundo lugar, utilizando un lenguaje inadecuado, el referido artículo deja a nuestra política exterior en un modo funcional a la incorporación del concepto de la plurinacionalidad y todo lo que ello implica. Tal es el caso al consagrar el “reconocimiento, respeto y promoción de los derechos de los pueblos y naciones indígenas y tribales”, así como el “contacto y cooperación transfronteriza entre pueblos indígenas”, todo lo cual configura un cuadro de evidente amenaza a nuestra identidad y unidad nacional.

Y, en tercer lugar, al priorizar nuestras relaciones internacionales únicamente en América Latina y el Caribe, la aprobación de este texto podría interpretarse como una renuncia a la proyección de Chile hacia el Asía-Pacífico y a la Antártica, lo que afectaría gravemente los intereses de nuestro país en esas regiones, entre otras.

Estos desaciertos en la redacción en la norma en cuestión, que se suman así a otros lamentables errores conceptuales de nuestros convencionales, dificultarán su interpretación y aplicación práctica, exponiendo incluso a nuestra Cancillería a situaciones tan absurdas y peligrosas como ser acusada de transgredir la Constitución si se aparta de estos postulados.

Por último, sólo cabe lamentar que, en su formulación, no se haya escuchado la opinión de expertos en la materia, los que de seguro hubieran desaconsejado –por inadecuada– su actual redacción.

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