Calidad de vida y política

Columna
El Nacional, 22.05.2020
Oscar Hernández Bernalette, embajador (r), profesor (UCV) y columnista venezolano

¿Qué es lo que la ciudadanía quiere de la política? Muy simple, menos diatriba, menos ideología y más acción. Los pueblos a lo largo de la historia han vivido en las expectativas. Siempre sujetos a cómo me tratará el líder, el que gobierna. Con pocas excepciones y desde los emperadores romanos, la humanidad ha vivido del juego de la política, te doy y te quito para volver a darte; mientras menos tienes y menos educado, más fácil es manipularte. Así de simple, no necesitamos de tratados de politología, de teorías del poder, de líderes mesiánicos, de grandes discursos, ni elocuencia infinita para llegar a la única conclusión, más evidente en estos tiempos que antes: en la sociedad occidental, la que no está sujeta a los designios de los profetas, al reconocimiento de las castas o al designio del igualitarismo explotador, los pueblos necesitan menos de lo que les ofrecen y más de lo que la civilización nos ha demostrado que somos capaces de tener: calidad de vida.

Sí, lo que las sociedades quieren es tan claro como el agua, que se les garantice que los avances civilizatorios y la progresión universal esté a su alcance. ¿Cómo se entiende que hoy en el mundo puedan personas vivir sin agua, sin electricidad, sin educación, sin redes de salud pública, sin ingresos mínimos de sobrevivencia para su alimentación, sin telefonía digital, sin capacidad para movilizarse y llegar con dignidad a la vejez? El Banco Mundial dice que personas con ingresos menores a 1,90 dólares al día están en extrema pobreza; sin embargo, en el mundo, en este continente, hay millones de seres humanos que o reciben menos  de 5 dólares al mes o perciben solo 10, 20 o 30 en condiciones permanentes de sobrevivencia.

Los políticos que aceptan eso no deben estar, no pueden tener el honor de dirigir a sus pueblos, no pueden seguir engañando a sus ciudadanos, pues nada de lo simple que aspiran es inaccesible en estos tiempos.

Las gentes necesitan lo más menudo para tener una existencia digna. Ya no quieren diatriba, ni discursos, no necesitan oferta, sino lograr sus mínimas demandas. ¿Cuáles son?

Salud, un ingreso decente, un medio ambiente limpio y digno que dé sentido de pertenencia. Educación de calidad adaptada a las exigencias de los nuevos tiempos. Vivienda digna y sobre todo que puedan llegar a viejos con seguridad social de alto nivel. Los ciudadanos aspiran a que sus gobernantes apliquen las buenas prácticas que han hecho a sociedades vivir con dignidad y sentido de futuro. Solo se trata de buenas políticas, con honestidad y sentido de futuro para que una sociedad viva en armonía.

Y de los políticos esperan que estén dispuestos a servir, a dar, a sacrificarse por lo colectivo y fundamentalmente que sepan gerenciar lo social. No hay nada que le haga más daño a la política que la improvisación y los improvisados.

No hay comentarios

Agregar comentario