Chile-Argentina: realidades ignoradas

Carta
El Mercurio, 22.01.2022
Hernán Felipe Errázuriz, abogado y ex ministro de RREE

Dejando a un lado los agravios del embajador de la República Argentina, don Rafael Bielsa, acojo su invitación a una discusión objetiva sobre afirmaciones de mi columna, que el diplomático califica presumidamente de “hervores inquisitoriales” y, erróneamente, de “tergiversaciones”.

 

Primero:

Se equivoca el embajador Bielsa en atribuir al presidente Piñera haber impulsado y encabezado la disolución de Unasur. Antes de su mandato, Chile, tardíamente y con la mejor disposición, suscribió el Convenio Constitutivo de Unasur, impulsado por los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa. Luego, el presidente Lenin Moreno, heredero y vicepresidente de Correa, clausuró la sede de la organización. A continuación, ante la ideologización e instrumentalización personalista que le impusieron sus inventores, se marginaron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú.

 

Segundo:

Vuelve a equivocarse el embajador al negar la calidad jurídica, repercusiones y responsabilidades en la violación del Tratado Gasífero. El Protocolo N2 de 1991 y el sustitutivo de 1995 sobre “Normas que regulan la interconexión gasífera… entre la República de Argentina y la República de Chile”, son tratados internacionales gasíferos. Previstos para durar 30 años, contemplan “un régimen jurídico que permita… la libre comercialización, exportación, importación y transporte de gas natural”. Violar esos compromisos es contravenir una obligación internacional.

 

Tercero:

Otra realidad que el embajador ignora dice relación con los cortes de suministro de gas, al comienzo graduales, bajo el presidente Néstor Kirchner, terminaron siendo totales bajo la presidenta Cristina Fernández, afectando a la mayor parte de la población chilena y al consumo residencial, por el racionamiento de electricidad. El principal propósito de la importación del gas natural era su uso para generación de electricidad. Para informarse sobre las verdaderas implicancias, recomiendo la lectura de la obra “Gas natural: lecciones de una crisis” (ediciones Libertad y Desarrollo, 2008).

 

Cuarto:

No es correcto sostener, como lo señala el embajador, que la legislación argentina que pretende delimitar el borde externo de la plataforma continental no fuera acto unilateral. Fue decisión unilateral de Argentina, ley promulgada por el presidente Alberto Fernández, desconociendo la soberanía chilena en parte de esos territorios, que forman parte de la Región de Magallanes y Antártica chilena.

 

Quinto:

El embajador pretende dar lecciones a los chilenos y elude una afirmación central de mi columna: su indebida intromisión en asuntos internos relacionados con La Araucanía y nuestras elecciones. Las intromisiones fueron representadas por la Cancillería, rechazadas transversalmente en Chile, desautorizadas por las autoridades argentinas y fuertemente criticadas por la prensa en su propio país.

 

Sexto:

Oportuno es destacar el aprecio por los embajadores argentinos que precedieron al señor Bielsa. Se empeñaron por mejorar las relaciones bilaterales, esfuerzos que contrastan con los obstáculos y polémicas agraviantes generadas por el actual embajador, con el gobierno y amplios sectores chilenos.

No hay comentarios

Agregar comentario