China: la iniciativa de la civilización

Columna
Infobae, 19.06.2023
Felipe Frydman, economista, exembajador y columnista argentino

Xi Jinping pronunció un discurso el 15 de marzo en ocasión del diálogo de alto nivel del PCC con miembros de partidos políticos de otros países para presentar la Iniciativa de la Civilización Global (ICG) que se suma a las Iniciativas de Seguridad (ISG) y Desarrollo (IDG). Xi, haciendo uso de una metáfora china, destacó que “mientras una sola flor no hace primavera, 100 en florecimiento traen la primavera al jardín” para ejemplificar la prosperidad común y el desarrollo compartido.

En los párrafos siguientes Xi sostiene que los países deben tener una mente abierta para apreciar los valores de las diferentes civilizaciones y abstenerse de imponer sus propios criterios o modelos y evitar la confrontación ideológica. En esa línea, sostiene que el PCC está comprometido para fortalecer el intercambio y la cooperación con otros partidos políticos para lograr la convergencia de ideas e intereses. El PCC aparece asumiendo un rol medular en las relaciones internacionales para transmitir su experiencia de gobierno con otras organizaciones.

Un tiempo más tarde, el presidente de la Academia de Ciencias Sociales, Gao Xiang, se encargó de profundizar la propuesta de Xi Jinping. Gao señala que la civilización china tiene una historia de 5000 años que explica los avances en esta nueva era. Según su análisis, esta civilización es la única que continúa desarrollándose porque está “plantada en un suelo fértil de culturas étnicas diversas”. La interacción de esas civilizaciones permitió la introducción del marxismo que se convirtió en la ideología guía para crear una nueva era. En cambio, los países occidentales promovieron la superioridad de la raza, cultura y civilización como si fuera el final de la historia humana. “La civilización china sería respetuosa de los sistemas políticos y modelos de desarrollo y no interfiere en los asuntos internos de otros países; el PCC solo persigue ideales nobles de una paz real y duradera”. No se menciona que entre esos valores están los derechos humanos, la democracia, el individuo y la libertad.

La nueva Iniciativa confronta la civilización china con la occidental como ya lo hiciera en la Declaración Conjunta de Rusia y China del 4 de febrero de 2022 para espaldar pocas semanas después la invasión a Ucrania. Gao denuncia los intentos de occidente de imponer un modelo único de desarrollo y ofrece en su lugar uno con características chinas. El héroe de la historia es el PCC que en sus 100 años de historia “llevó a cabo duras luchas, completó la revolución socialista, estableció un sistema socialista y promovió el renacimiento y crecimiento del movimiento socialista mundial”.

Xi Jinping ofrece su modelo al resto de las civilizaciones con su columna vertebral en el PCC. La disertación no ayuda a entender si se refiere a un conjunto de naciones que constituirían una civilización, a países o a sus regímenes. Tampoco se comprende como una experiencia de modernización de sólo 40 años puede encontrar su explicación en una tradición de 5000 años donde hubo guerras, hambrunas, conquistas, subversiones, invasiones y destrucción. El territorio chino recién fue consolidado con la dinastía Qing (1644/1911); la República fue consagrada en 1912 y la República Popular en 1949 después de una cruenta guerra civil de 25 años.

El modelo de “características chinas” donde prevalece la armonía podría rastrearse en las enseñanzas de Confucio (551/479 AC) que pregonaba el respeto a las jerarquías, la educación y la virtud. No muy diferente a lo que sostiene Xi Jinping en el presente para explicar la necesidad de un régimen de partido único integrado por los mejores. Xi vuelve a reabrir la vieja discusión de Platón (427/347 AC) sobre la democracia, y que occidente zanjó cuando decidió que la soberanía reside en el pueblo que gobierna a través de sus representantes.

No es la primera vez que aparecen conatos de utilizar la historia para rescatar el nacionalismo y justificar los gobiernos de los “virtuosos”. Japón intentó la misma aventura después de la Restauración Meiji, Mussolini excavando en las ruinas del Imperio Romano, Putin en el Imperio Zarista o Khomeini en el islam. El marxismo de la lucha de clases sobre el cual se basó la creación del PCC en 1921 terminó por diluirse en los slogans vacuos del “socialismo con características chinas para una nueva era” que hoy forma parte de la constitución.

Xi Jinping ha mostrado una vez más que su confrontación con occidente es también ideológica, y que estas Iniciativas constituyen una forma de expandir su influencia política ofreciendo un modelo alternativo con un régimen de partido único y un gobierno de privilegiados elegido sin la participación del pueblo.

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