Crece la tensión entre EEUU y China

Columna
Infobae, 26.09.2021
Roberto García Moritán, embajador (r) y ex viceministro de RREE argentino

Los discursos de Joe Biden y Xi Jinping en la Asamblea General de la ONU evidenciaron que ambos países se encuentran en el centro de una compleja encrucijada geopolítica

Estados Unidos y China confirman que se encuentran en el epicentro de una compleja encrucijada geopolítica. El Secretario General de Naciones Unidas, al inaugurar la 76ª Asamblea General (AGNU) ha advertido que el mundo nunca ha estado tan amenazado como dividido. Una receta que, a juicio de Antonio Guterres, genera una atmósfera global menos predecible que la Guerra Fría. El discurso del presidente Joe Biden en la AGNU pareció contestar esa preocupación al hacer hincapié en la caracterización de esa rivalidad. Mientras ha señalado que no tiene intención de reeditar una Guerra Fría que fracture al mundo en dos bloques rígidos, puso el acento que la competencia con China es de carácter ideológico, entre democracia y autoritarismo. Destacó, asimismo, el empeño para ganar la lucha por la hegemonía en el siglo XXI.

Más allá de la retórica diplomática, el dato concreto es que Estados Unidos se encuentra acordando una estrategia de bloques militares contra China. El reciente acuerdo con Australia y el Reino Unido (AUKUS) es un ejemplo, como lo es el Quad que incluye a Japón e India. Lo mismo la decisión de Washington de aumentar de forma sensible la presencia en Australia con medios navales y aéreos, incluyendo misiles de largo alcance. Todo un tejido estratégico que parecería proyectar en el Pacífico una alianza militar similar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El hecho que hoy Estados Unidos, por primera vez en dos décadas, no esté formalmente en guerra, pondría de manifiesto el interés de concentrar esfuerzos militares en el tablero asiático.

Xi Jinping, sin mencionar a Estados Unidos, exhortó en la ONU a abandonar los círculos excluyentes y el juego de suma cero. China ha señalado que los acuerdos militares aumentan intencionalmente la tensión regional, estimula la carrera armamentista, pone en peligro la paz y la estabilidad regional y minan los esfuerzos internacionales en la esfera de la no proliferación, al indicar que viola los principios del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). El portavoz de la Cancillería china destacó el riesgo que se exporte a Australia uranio altamente enriquecido para uso militar.

Sin embargo, es interesante notar que tanto la intervención de Biden como la de Xi Jinping expresaron la necesidad de construir un nuevo tipo de relaciones internacionales y de lo que ambos calificaron como un nuevo multilateralismo. El calco de enfoque entre Washington y Beijing sobre este punto pondría en evidencia que se aproximan tiempos de actualización del sistema de las Naciones Unidas y quizás incluso de reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. El Presidente de Brasil reitero el interés de ser Miembro Permanente en consonancia con la posición de Alemania, India y Japón.

Argentina debería observar todos estos acontecimientos en el campo de la seguridad internacional con atención y capacidad de reflexión. Las variables geopolíticas en juego pueden tener consecuencias diversas en la seguridad regional de América del Sur y en particular en el Atlántico Sur. Recordando una metáfora de Winston Churchill sobre el Polo Norte y el Polo Sur, los cambios en el escenario internacional de hoy podrían determinar que un día no sea del todo posible diferenciar con nitidez lo que ocurre en términos de seguridad entre el Océano Pacífico y el Atlántico Sur.

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