El debate sobre el TPP-11

Entrevista (Carolina Valdivia T., abogada, exsubsecretaria de RREE e investigadora del CEP)
Realidad y Perspectivas, N*110 (octubre 2022)

¿Qué le parece la estrategia de las side letters? Ha trascendido la influencia del subsecretario José Miguel Ahumada, apoyada por el presidente Boric. ¿Qué espacio queda para la Canciller?

-La estrategia de las side letters me parece que será ineficaz. Debemos recordar que actualmente con cinco de los diez países que forman parte del CPTPP, Chile tiene acuerdos en vigor que contemplan mecanismos de solución de controversias entre inversionistas y estados. De modo que, aun cuando se obtengan las side letters, Chile igualmente podrá verse enfrentado a demandas de inversionistas extranjeros.

Las últimas declaraciones de la canciller Urrejola indicando que Chile depositará el tratado de aquí a fines de año, con independencia del resultado de las side letters, me parece que va en la línea correcta, mostrando realismo en política exterior y determinación en cuanto a la importancia de ser parte de este acuerdo.

 

¿Qué opina sobre la calidad del debate?

-Ha faltado información de parte del Ejecutivo, lo que ha impedido un debate en profundidad. En este sentido, qué es lo que se ha propuesto en las side letters, si fueron aceptadas por sus receptores y por qué países, si esa aceptación fue pura y simple o si incluyen otros aspectos. Conocer el texto de las side letters para determinar cuál es la intención de las partes en ese supuesto nuevo acuerdo, es determinante, pues parte de la coalición de Gobierno ha sido muy categórica en su rechazo a los mecanismos de solución de controversias de inversión, en general. Entonces me parece importante debatir si la propuesta del ejecutivo incorpora elementos adicionales respecto de los mecanismos de solución de controversias existentes y que pueden ir más allá del CPTPP. Eso hay que despejarlo para comprender a cabalidad qué es lo que se propone y cuáles serían sus efectos. No debemos olvidar que la exclusión de los mecanismos de solución de controversias va para los dos lados, entonces inversionistas de nacionalidad chilena en países CPTPP –donde existen inversiones cuantiosas– también quedarían despojados de estas herramientas. Creo que todas esas derivadas deben ser tenidas en cuenta.

Aunque me parece una mirada pragmática, lo que es positivo en ciertos ámbitos de las relaciones exteriores, también cuesta entender los cambios de criterio en tan breve espacio de tiempo. En un lapso de dos o tres semanas, se ha pasado desde solicitar side letters a indicar que se esperará un tiempo antes de depositar –sin saber si esa acción depende o no de la cantidad de cartas aceptadas–, para después señalar que seguramente se conseguirán pocas y, finalmente, que se depositara a fines de año con independencia de si se obtienen las referidas cartas.

 

¿Qué repercusiones tiene la demora en ratificar el tratado?

-Hay países muy relevantes que han manifestado su interés en ingresar como estados asociados al CPTPP: China y Reino Unido, para comenzar. Mientras Chile no ingrese como miembro activo, no podrá hacer presentes sus intereses y negociar qué aspectos son los más sensibles para nuestro país en esas relaciones bilaterales y que deben ser puestos sobre la mesa de negociación. Es indispensable estar plenamente dentro del CPTPP para hacer esos puntos.

 

¿Cómo ha repercutido el debate sobre el TPP-11 en la imagen-país de Chile?

-Respecto de las críticas de parte de la sociedad civil a los, me parece, mitos del CPTPP (que es un tratado impuesto, que traerá perjuicios porque no podremos seguir desarrollando políticas públicas, etc.), el debate se asemeja a lo que se ha dado en otros países. Bajo ese prisma, se comprende qué es lo que está pasando en Chile. Sí me parece que hay al menos dos factores que producen mayor reserva, sobre todo respecto de algunos de los países parte del CPTPP. Por un lado, el haber solicitado las side letters a destiempo, cuando el tratado ya está firmado y operando. Por otra parte, la mirada crítica a los mecanismos de solución de controversia, lo que podría implicar que Chile se restará o buscará reformularlos hacia el futuro. Varios de los juicios que se hacen a esos mecanismos no están amparados por la evidencia fáctica, además. También llama la atención y produce incredulidad que Chile se resista a un acuerdo al que el país está vinculado desde sus orígenes, desde que se comenzó a negociar en el seno del llamado acuerdo P4 (que reúne a Chile, Brunei, Nueva Zelandia y Singapur), y que además causa tanto interés de parte terceros estados en adherirse.

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